Qinlong, padre de dos hijos que llevaba varios años luchando contra la pobreza luego de quedar en la bancarrota, caminaba con rapidez por un concurrido pueblo de la ciudad de Pekín, China, cuando se percató que había pasado a llevar un lujoso auto marca BMW estacionado afuera de un edificio.
Tuvo la posibilidad de seguir con su camino y olvidarse del asunto, pero tomó un lápiz y un papel para escribir una nota que dejó sobre le parabrisas del vehículo. Luego siguió su camino.
Luego de que Qinlong y sus hijos habían regresado a casa, el dueño del lujoso auto salió del edificio cuando encontró la nota en su auto. Sin percatarse del rayón en el costado derecho, leyó lo que decía el mensaje escrito.
“Rayé tu auto accidentalmente y debo hacerme responsable de los daños. Por eso dejo estos 100 Yuan como pago anticipado y te pido que me des dos o tres meses para pagar el resto. Esta es la garantía de que no desapareceré”.
Esto decía la nota, junto a su número telefónico.
El dueño del vehículo estaba muy impresionado, así que llamó a Qinlong y al momento de conversar con él, se encontró con algo todavía más sorprendente que el mensaje que dejó.
Cuando el dueño del auto se percató de lo honesto y amable que Qinlong había sido, decidió dejar las cosas así, solo le agradeció por la sinceridad. Él mismo podría arreglar el daño.
Sin embargo, Qinlong insistió que no pagar por los daos que él había cometido, iba “en contra de sus principios”.
El dueño del auto sorprendido por la honestidad y las buenas intenciones de Qinlong, decidió aceptar el dinero que le estaba ofreciendo. Pero las reglas fueron algo distintas.
“¿Qué tal si me vas pagando mensualmente una pequeña parte del valor del arreglo? En mi empresa hace falta gente honesta y creo que tú eres el perfil que calza perfectamente. Te daré un buen cargo y recibirás un sueldo con el que podrás cubrir todos tus gastos, incluido el del auto”, eso le dijo el hombre a Qinlong.
Esta historia que comenzó con un mero accidente, tuvo un desenlace maravilloso para el gran padre de familia, todo por su honestidad.
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