A las madres les molestaría ver sus errores en sus hijos y luchan porque eso no se repita.
Los conflictos en el hogar son algo que sucede en todas las familias, aunque son los padres los que deben poner reglas y llevar a sus hijos por el buen camino, por lo tanto muchas veces deberán decir un rotundo no a las peticiones de sus hijos.
Pero hay ocasiones en las que deben ceder a pesar de que esa no sea su voluntad. Lo cierto es que los padres lidian día día con decisiones que deben tomar para ayudar en la formación y desenvoltura de sus hijos, lo cual no es fácil ya que muchas veces los hijos no concuerdan con ellas.
Según la psicóloga Marta Segrelles el hijo con el que más se discute suele parecerse más a sus padres ya que en ellos observarían actitudes de las que ellos se arrepienten o algunas que habrían querido evitar. Esto es similar a lo que sucede cuando alguien no te cae bien a primera vista ya que esto sería porque refleja algo de nosotros mismos.
«Todo lo que te molesta de otros seres es solo una proyección de lo que no has resuelto de ti mismo».
Buda
Los sentimientos negativos pudieron ser provocados por los padres de manera inconsciente y el problema comienza cuando los progenitores no aceptan esa forma de ser de sus hijos, aunque esa característica está latente dentro de ellos mismos.
Se recomienda que los padres acepten que esas actitudes vienen de ellos y que se manejen las discusiones con inteligencia evitando llegar a confrontaciones de alto calibre para que ambas partes queden en paz.
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