Esta es la historia de un pequeño llamado Blake Bahr. En 2014, y cuando apenas tenía 2 días de nacido cuando le diagnosticaron insuficiencia renal crónica. Eso implica diálisis dos o tres veces a la semana y se hace complicado cuando el paciente es muy pequeño.
Luego de tener que pasar los primeros 100 días de vida en el hospital, el bebé tuvo que ser incluido en la lista de espera de trasplantes en 2015. Por mientras, tuvo que pasar 13 horas de diálisis diaria hasta que sus riñones no dieran más y tuvieran que ser reemplazados.
Fue en instante en que ocurrió un milagro, pero a través de Facebook. Laurie Jansen supo de la lucha por la que estaba pasando Blake y no pudo quedarse ajena a su historia. Por eso, cuando se enteró de su historia, quiso ayudarlo como fuera posible.
Primero, le envió un mensaje a la madre del niño. Le dijo que ella estaba dispuesta a ofrecerse de donante si es que todos los exámenes salen buenos.
Según la mujer, “Tenía que pasar todas las pruebas médicas y, además, debía persuadir a la familia de Blake de que yo no estaba loca, sino que sinceramente sentí que debía ayudarlos”.
Jansen entiende lo que significa pasar por una desesperante situación como ésta. En 1997 fue su propia madre, Nancy Dagget, la que tuvo que esperar a un donante luego de sufrir una falla renal crónica.
Afortunadamente, su madre pudo sobrevivir y recuperarse. Aunque los síntomas desaparecieron en apenas dos semanas y volvía a ser una mujer normal, tuvo que esperar casi un año en el hospital bajo supervisión médica.
De eso ya han pasado dos años y Jansen siente que ahora alguien sí podría recibir su riñón, y ese podría se Blake.
En enero de 2015 el médico a cargo de la cirugía, Chintalapati Varma, del Hospital Universitario de St. Louis, finalmente extrajo el riñón y lo pudo trasplantar a Blake en lo que sería un procedimiento largo y de riesgo pero todo salió a la perfección.
Hoy Blake tiene 2 años y es un niño lleno de vida. Ahora está aprendiendo a caminar y ya puede comer de todo. Atrás quedaron esos días donde estuvo alimentándose por tubos y yendo a diálisis a diario. Hoy, Blake y Jansen están unidos por el amor.
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