No es algo nuevo, escuchar que en los últimos años, la mayoría de las mujeres ha decidido posponer el nacimiento de sus primogénitos, para una edad cercana a los 40 años. Sin embargo, también se sabe que durante estos años, es que una mujer comienza a dejar de ser fértil y comienzan los cambios para encaminarse a la menopausia.
Y, es que quizás hace unos 30 años atrás, concebir un niño después de los 40 no era algo común, pero hoy sí lo es. Lo que no se debe olvidar, es que los padres de ese niño, tendrán una enorme diferencia etaria con sus hijos, pero también hay toda una lista de aspectos que se deben considerar, a la hora de querer tener un hijo después de los 40.
En primera instancia, tienes que considerar que las probabilidades de tener complicaciones durante el embarazo, son bajas solo hasta los 35 años. En segundo lugar, también hay que considerar que pasado esa edad, existe mayor posibilidades de que una mujer haya desarrollado enfermedades crónicas, como la diabetes. Por lo que también es importante considerar que cualquier problema de salud, puede afectar también la gestación de tu hijo.
Como tercer punto, las probabilidades de un aborto espontáneo o de dar a luz a un niño con anomalías cromosómicas, son aún más altas.
Pero, a pesar de los altos riesgos, también existen altas posibilidades de que todo salga bien y que una mujer, pasado los 40 aún así pueda tener un bebé sano y sin ninguna complicación durante el embarazo. En cuanto a los hombres, estos pueden convertirse en padres prácticamente a cualquier edad, pero aún así existen riesgos para los hombres, pues después de los 30 años, parte del ADN del semen puede sufrir mutaciones.
Mientras más adulto sea el hombre, mayores serán las mutaciones de su esperma, lo que puede afectar al bebé en su gestación y, a pesar de que aún no se ha podido comprobar, muchos estudios vinculaban a estas mutaciones con el desarrollo del autismo. En menor tasa, solo un 1%, también ha sido vinculado a los niños que desarrollan esquizofrenia.
También es bueno considerar las ventajas. Los padres mayores ya se han establecido. Tienen una carrera, tienen una casa, son social y emocionalmente más maduros y saben que serán capaces de dar a sus hijos una educación adecuada. Cada caso es diferente, así que lo ideal es que cada pareja considere sus propias circunstancias y tome una decisión responsable sobre la paternidad.
Lo único que deberían hacer las madres con embarazos después de los 40 es acudir al médico con frecuencia para revisar que todo esté bien.
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