Hay hombres sin hogar que están rodeados de perros. A ellos no les importa las cosas materiales, pero la amistad no la tranzan con nada.
Están con ellos y se convierten en sus mejores amigos. Con ellos pasan los mejores y peores momentos, cuando hace frío, cuando tienen hambre, cuando se divierten jugando. Se hacen compañía y eso es lo que importa.
Esta historia cuenta algo así. Un miembro del personal del Servicio para Animales en DeKald, Georgia se dio cuenta que afuera del lugar había un joven sin hogar durmiendo en la calle.
Pensó que para el hombre era un lugar seguro para pasar la noche, pero de pronto supo la razón detrás de todo.
Él había perdido a su mejor amiga y la buscaba desesperado. Incluso gastado todo su dinero reunido en pagar el pasaje en bus para llegar allá con la esperanza de encontrarla.
“Uno de nosotros lo despertó y él le dijo que su perro se había perdido“, contó Karen Hirsch, portavoz del refugio.
Afortunadamente, su perrita sí fue encontrada pero había sido trasladada a las nuevas instalaciones del servicio en un lugar que quedaba bastante lejos. Cuando el hombre se dio cuenta que no tenía otra manera de llegar al lugar que caminando, una persona le pagó su viaje en tren.
Los rescatistas del otro lugar tenían a la pequeña perra llamada Tata. Cuando llegó el dueño quedaron sorprendidos con la reacción de ambos.
“Se podía sentir y ver la alegría cuando se reunieron. Fue algo maravilloso. El amor es amor no importa de donde venga. Quizás él pone al perro primero en su vida” señaló Karen Hirsch.
El refugio decidió no cobrarle nada y le ofrecieron ayuda por si necesitaba en el futuro.
Recientemente estos servicios lanzaron un programa para ayudar a las personas sin hogar para que puedan cuidar a sus mascotas, pues muchos de ellos los cuidan mejor que las personas que sí tienen donde vivir.
Hirsch recomendó que “En caso de ver a una persona sin hogar con una mascota puedes ofrecerles comida para perros o medicamentos para las pulgas. Además, botellas de agua o elementos básicos”.
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