María Félix fue sin duda una de las actrices más icónicas del cine mexicano. Todos la recuerdan por personajes únicos de “femme fatale” que hipnotizaban a cualquiera. En 2016 la cineasta Amanda de la Rosa realizó un corto en donde relató su experiencia vivida con la hermosa actriz y el secreto detrás de su belleza.
Es difícil imaginarse a María Félix sin sus joyas extravagantes, sus peinados altos y rizados, sus cejas levantadas y esa mirada de mujer frívola y desafiante que rompió con todos los estereotipos de mujer en su época.
Pero es importante recalcar que su belleza no provenía de cremas faciales, dietas estrictas o cirugías plásticas, así lo explicó ella con sus propias palabras:
“Bonita, bonitilla nada más, no, no, no basta, necesita uno saber caminar, estar siempre limpia, creo yo que es lo más importante, ir con el dentista, hacer gimnasia para ponerse siempre en forma, hay muchas cosas para ser bonita”.
El primer consejo de belleza que María Félix aplicó durante toda su vida quizás se aun cliché para muchos, pero es totalmente cierto: “La belleza empieza en la planta de los pies”. Durante toda su vida jamás se vio a la diva con la cabeza gacha.
Hasta sus últimos días se paró erguida, con su pecho la cabeza bien en alto. Su porte siempre la hizo lucir impecable. Ella una vez expresó:
“La belleza empieza en la planta de los pies, en cómo te paras, en la seguridad con la que caminas […]”.
El autoestima de María siempre estaba muy alto, por eso afirmaba:
“La palabra más importante del diccionario: amor propio”.
Ella se amaba muchísimo a si misma, por lo que siempre lucía increíble. Sin embargo la actriz no solo se refería a la belleza interior, a la aceptación de sus defectos y virtudes, sino también a creerse lo bella que uno es.
Para ella, aunque la belleza podía ser considerada una percepción, un espejismo, si la mujer se cree hermosa, los demás la verán así.
“Haz lo que te venga en gana y no te arrepientas… No me des consejos, yo puedo cometer errores sola”, solía comentar la actriz.
María Félix fue muy literal, creía en la filosofía del “ensayo y error” que se reflejaba bastante en sus elecciones de vestimenta y en su trabajo, ya que usaba pantalones cuando las mujeres no lo hacía y cantaba aunque le decían que no era muy bueno para ello. Incluso se dio el lujo de rechazar trabajos en Hollywood porque no creía en esa industria.
María tuvo muchos romances, pero no mucha suerte en el amor de verdad, su vida profesional estuvo llena de éxitos porque nunca deseó de ser la mujer original, enigmática, respetable, pulcra y elegante que encantó a millones alrededor del mundo.
“Una mujer original no es aquella que no imita a nadie, sino aquella a la que nadie puede imitar”.
Sabios consejos de una maravillosa mujer.
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