Esta historia llama la atención por su peculiaridad. Se trata de Kathy Cadle y Rachel Smith quienes tienen un negocio bastante extraño. Son hermanas y se dedican a hacer muñecos que parecen verdaderos bebés humanos. Según nos cuentan ellas, se trata de una tradición familiar que ha sido utilizada para el tratamiento de pacientes con diferentes trastornos. No obstante, su similitud con un recién nacido de carne y hueso le valió a Kathy las sospechas de la policía de Sheffield Lake (Ohio, Estados Unidos).
Ella nos cuenta que se encontraba en su casa cuando recibió la visita de un policía, que de acuerdo con información publicada por Metro le dijo lo siguiente:
“Hay un reporte de que usted vende un bebé”
Por eso, ella aclaró el mal entendido y Kathy le mostró uno de los bebés muñecos al policía Frank Goscewski, para explicarle que se trataba de un muñeco y no de un bebé real.
La empresa familiar se llama “Bunny Bundles Reborns” y este incidente con la policía le ha valido recibir extra atención por parte de la prensa. Ellas fabrican estos muñecos con fines terapéuticos para personas que sufren de demencia, ansiedad y Alzheimer.
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