Las venas recorren todo nuestro cuerpo transportando la sangre que nos mantiene vivos a través de cada órgano, llevando nutrientes y oxígeno. Pero lo que separa a algunas personas de otras es el aspecto de sus venas: a algunas personas se les nota más que otras, especialmente en las manos y los brazos.
Pero ¿a qué se debe ésto?
Generalmente, cuando el cuerpo humano demanda una dosis de azúcar o de oxígeno mayor que la que está recibiendo en el momento, las venas aumentarán su tamaño para dar paso a mayores volúmenes de sangre. Las venas se expanden pero no sufren daño, pues son lo suficientemente flexibles para resistirlo sin lesionarse.
Están diseñadas para incrementar y disminuir el flujo sanguíneo, e incluso bloquearlo de ser necesario.
Esta demanda de oxígeno y nutrientes no se da espontáneamente siempre, pues podemos notar que las venas se ven marcadas también cuando hacemos algún esfuerzo físico, pero pronto vuelven a su tamaño normal.
Las personas delgadas también pueden tener las venas marcadas de forma bastante llamativa, pero no tiene que ver con una dolencia o enfermedad. Es simplemente una característica hereditaria o incluso falta de grasa en el organismo para disimularlas.
De todas formas, debes considerar qué tan a menudo aparecen pues pueden ser un indicador de alguna enfermedad. Especialmente si lo hacen cuando no has realizado ningún esfuerzo físico, y si se demoran bastante en desaparecer.
Las venas dilatadas pueden ser signo de presión arterial alta o algunas relacionadas con las tromboflebitis.
Si notas algún dolor o sensación de calor o ardor, también deberías consultar a un médico.
Pero si no ves nada anormal, simplemente es parte de tu cuerpo.
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