La situación se dio así: a un conductor con rasgos violentos se le cruzó un perro, lo atropelló y así mismo lo abandonó. Dicho conductor no se bajó a ayudarlo, ni tampoco le prestó ayuda, es más, siguió de largo como si nada hubiese pasado. Sin embargo, por fortuna, también existen personas bondadosas con los animales.
Esta nota trata sobre un ciclista que iba conduciendo cuando se encontró con un perro en la ruta. El can estaba sangrando en las piernas y se veía desnutrido.
Jarret Little cuenta : “nos detuvimos como grupo y el apareció desde el bosque a saludarnos” en Columbus, Georgia. “Estaba realmente delgado, mostrando las costillas y tenía mucho sarpullido de carretera y una pierna fracturada”, declaró a CBS Georgia.
Todos volvieron más de 10 kilómetros hacia el pueblo para buscar un refugio veterinario. Dado que llevar un perro en bicicleta es casi imposible, Jarret encontró que la mejor manera fuera subiéndose en su espalda.
Luego de pasar por una cirugía para corregir las heridas, Columbus (como fue bautizado el perro) fue trasladado por una organización benéfica hacoa Maine, donde ahora vive junto a nueva su nueva dueña en una granja.
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