A través de la educación, independiente de la que sea, los seres humanos podemos desarrollarnos, adquirir conocimientos, técnicas, metodologías, habilidades y lo necesario para desarrollarnos en la sociedad. Es el motor necesario para alcanzar nuestras metas y todo lo que nos propongamos.
Actualmente muchos países aún cuentan con un grado de alfabetización y educación escolar cursada alta, sin embargo, muchas personas quedan fuera de estas estadísticas.
Están quienes no pudieron acceder a la escuela en la época en donde había menos acceso a la educación y más pobreza, por lo que el estado no pudo garantizarles el derecho básico a la educación.
Filipinas es un país que vivió mucho tiempo en la pobreza y por falta de políticas una gran cantidad de personas no pudo acceder a la educación formal y contaba con una tasa muy baja de personas alfabetizadas.
Desde 1863, la educación primaria en este país es totalmente gratuita, pasando a ser, a finales de ese mismo siglo, obligatoria. Lamentablemente, la guerra filipino-estadounidense complicó el proceso. De a poco se alcanzaron mejores números y desde el año 1987, con la quinta república, se hicieron más notorios.
Recién el año 1988 la educación secundaria en Filipinas fue gratuita. Los años siguientes se aumentó progresivamente el gasto en educación por parte del estado filipino.
De todas maneras aún hay quienes no pudieron gozar de la educación gratuita y cuando debieron estudiar fueron obligados a trabajar desde una corta edad.
Este señor de la fotografía es un adulto mayor que no se rinde y a pesar de todo, aún busca educarse y aprender nuevas cosas.
“Entonces, mientras estaba en clase, creí sentirlo. Sentí a alguien en la ventana. Y se escondía. Todos los días aparecía copiando lo que se vía en la pantalla. Buen trabajo hermano“.
Jun De Los Santos en su Facebook
Todos los días se las arregla como puede para asomarse por la ventana de una escuela para aprender todo lo que enseñan en la clase.
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