Ser hermanos gemelos es algo muy especial, pues existe una conexión espontánea y muy fuerte que dura para toda la vida. Hemos oído historias de aquellos que sienten el dolor de sus hermanos o que presientes que algo les ocurrirá.
Pero con Rebecca y Rachael McGeoch las cosas fueron distintas.
Aunque estas gemelas habían vivido muchas etapas de su vida juntas, la historia de sus embarazos es una bastante inédita y muy intensa.
Rebecca llevaba bastante tiempo queriendo embarazarse, pero las cosas no le estaban funcionando.
Luego de varios intentos, Rebecca le sugirió a Rachel que lo intentara también para que sus hijos fueran contemporáneos. La idea les emocionó mucho y en unas pocas semanas, Rachel quedó embarazada. Y aunque ésto podría haber sido una decepción para Rebecca, que lo llevaba intentando bastante, su hermana le sugirió que se hiciera la prueba.
Fue grande la sorpresa cuando ambas descubrieron que estaban embarazadas al mismo tiempo, y que sus hijos se llevarían máximo 15 días de nacidos como diferencia. Una distancia estrecha, pero las hermanas deseaban que sus hijos nacieran el mismo día.
Tanto así, que Rachel atrasó su parto y alcanzó a llegar a la fecha de su hermana.
Cuando a Rachel le trataron de inducir el parto, el bebé no respondía. Fue entonces cuando llegó la bendita mano de su hermana Rebecca, quien la ayudó a pasar el momento. Poco después, Rachel dio a luz.
Justo después de sostener a su sobrino, Rebecca también entró en trabajo de parto luego de sostener a su sobrino en los brazos.
La felicidad de las dos llegó ese día, tal y como soñaban.
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