La mayor parte del tiempo, no prestamos atención a las picaduras de insectos, porque pensamos que por ser pequeños no son capaces de hacernos daño. No obstante, lo que muchas veces no sabemos es que estos diminutos organismos pueden ser portadores de terribles enfermedades. Es el caso de Tamela Wilson, una mujer norteamericana de 58 años que murió el año 2017 por la picadura de una garrapata, hoy, su familia intenta crear conciencia sobre las consecuencias de la picadura de este animal.
Tamela Wilson, de 58 años, murió de una enfermedad transmitida por garrapatas que sólo ha afectado a cinco personas en los Estados Unidos. Lo que pasó es que Tamelatrabajaba en el Parque Estatal Meramec de Missouri en mayo de 2017 cuando notó dos garrapatas sobre su cuerpo, los quitó y continuó con su día como Asistente del Superintendente del Parque.
Pocos días después, Tamela tenía fiebre y náuseas y los médicos le diagnosticaron una infección del tracto urinario, enviándola a casa con antibióticos. Pasó una semana más tarde, el 31 de mayo, su condición empeoró y fue ingresada en el hospital, donde los análisis de sangre revelaron que tenía el virus Bourbon, una enfermedad rara e intratable que apareció por primera vez en 2014.
La mujer pasó semanas en cuidados intensivos, con doctores luchando para frenar la enfermedad, ya que también desarrolló neumonía y linfohistiocitosis hemofagocítica, una condición que hace que las células inmunes muten. El 23 de junio, Tamela falleció lamentablemente.
Amie May, su hija, dijo en una entrevista a medios locales que después de la muerte de su madre, los Centers for Disease Control and Prevention (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) recolectaron garrapatas en el Parque Estatal Meramec para realizar pruebas; sin embargo, ella no ha tenido respuestas de la agencia desde esa época.
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