Hay perros callejeros que gozan de la libertad que les entrega la calle y prefieren estar ahí que en algún hogar que los maltrate o no les de lo que necesitan. Pero hay otros perros que por cosas de la vida llegan a ser callejeros y no pueden abastecerse por si mismo, caminando lentamente hacia la muerte.
Este es el caso de una perro de raza Husky siberiano, quien apenas podía levantarse ya que estaba, literalmente, en los huesos.
Rico Soegiarto encontró a este pobre perro en las calles de Denpasar en Bali, estaba casi sin pelo y con varias heridas en la piel.
Probablemente no comían en meses, ya que su cuerpo ya no tenía músculos ni grasa, era solo piel y huesos.
Ricco supo de inmediato que debía llevárselo con él para cuidarlo y alimentarlo. Lo llevó al veterinario para que pudieran ver su estado de salud y mejorarlo completamente.
Luego de 10 meses de cariño, comida, salud y compañía, el perro era otro, ni se parecía a como estaba.
Su pelo comenzó a crecer nuevamente, completamente sano y reluciente. Además de que ahora tenía fuerzas para poder jugar y correr como un perro normal.
Sin duda este pobre perrito abandonado puedo volver a disfrutar de la vida nuevamente.
Si el perro hubiese seguido así, tal vez ya no lo tendríamos con vida. Gracias a la preocupación y cuidado que le entregó Ricco el siberiano salió adelante.
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