Los vecinos del cementerio de Filipinas escucharon un llanto desesperado por la mañana y rápidamente entraron al lugar a ver qué pasaba. Recorrieron los sectores y finalmente encontraron a un bebé de 2 meses de edad atrapado entre dos tumbas en un lugar plagado de ratones y perros.
Gracias a sus gritos y llantos, el bebé pudo ser encontrado en el cementerio de Quezon.
Los vecinos llevaron al bebé al hospital y rápidamente lo revisaron para ver si se encontraba bien. A pesar de la gran cantidad de horas en que estuvo abandonado, ya que se cree que fue dejado en el lugar la noche anterior, el pequeño se encontraba en perfectas condiciones.
“Un vecino encontró al niño cuando lo oyó llorar. Corrió de vuelta a su casa en busca de ayuda y un grupo de personas fue a recoger al bebé“
Ángel Castillo, residente del lugar
Luego de hacerse conocido el abandono en las noticias del sector, la propia abuela del bebé, Gloria Pérez, reconoció a su nieto y culpó a su hija, Lara Sentillas, como la responsable del abandono.
La policía la buscó y al encontrarla fue arrestada inmediatamente.
La madre ahora se enfrentará a cargos criminales por abandono de su bebé, violando la ley de la República Nº 7610 o la Ley contra el abuso infantil, según informó el director regional de la policía de Calabarzón, Guillermo Eleazar.
Durante el periodo de investigación, el pequeño estará bajo el cuidado de las autoridades locales.
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