Esta Pata Encontró Un Bebé Abandonado Y Lo Adoptó… Era Un Animal Peludo Y Muy Extraño

Compartir en Facebook

Esta historia es sobre un granjero de Adelaida, Australia, quien tiene un par de mascotas que quizá para los que viven en la ciudad sean algo atípicas. Entre ellos está una pata que actúa como perro y sigue a sus queridos humanos a todas partes, pidiendo mimos. Como el afecto es mutuo, le construyeron una casa para que pusiera huevos cuando llegara su momento. Fue allí que la pata se encontró una pequeña y peluda huérfana.

Publicidad

Un animal bebé había sido abandonado quizá deliberadamente, quizá por accidente, pero tuvo el instinto de acercarse a la casita de madera. Lejos de atacarla, la pata la metió al fondo del hogar, donde podía mantenerlo tibio con sus plumas. Cuando su dueño llegó a recoger huevos por la mañana, se encontró la sorpresa de su vida.

“¡Metió la mano y sintió pelo! Fue una gran sorpresa. La pequeña pasó la noche entera muy tibia bajo su madre adoptiva” informó Rescate de Fauna de Australia.

La gran sorpresa fue que era zarigüeya australiana, un tipo de marsupial que en Australia pasa alternativamente de plaga a animal protegido por temporadas. En la mayor parte del continente está prohibida su caza excepto en Tasmania donde, de hecho, hay un periodo específico de caza para evitar la sobre población.

A diferencia de las zarigüeyas americanas, estos pósum son muy tímidos y solitarios. Se mueven generalmente por la noche y comen vegetales y corteza de árbol, aunque en escenarios extremos se los ha descubierto comiendo restos animales. Otra cosa importante de destacar es que extremadamente adorables.

En el sur de Australia es ilegal matar, capturar o tratar de mantener como mascota un pósum de este tipo, aunque se encuentren lastimados o necesiten ayuda como esta pequeña, así que el granjero inmediatamente llamó a Rescate de Fauna de Australia del sur. Los voluntarios no podían creer lo que veían:

“La pobre pósum estaba sola en mundo grande y aterrador, y encontró un lugar tibio y seguro donde esconderse. Claramente encontró el lugar correcto. En vez de echarla, la pata decidió no sólo aceptarla sino que hizo su mayor esfuerzo por mantener a la huérfana tibia y cómoda. Creemos que la pata hizo un trabajo fenomenal. Nuestros rescatistas le dieron las gracias y la llenaron de halagos, pero no fue hasta ver que su hija adoptiva estaba en buenas manos que continuó con su vida”, Rescate de Fauna de Australia.

El grupo bautizó a la pequeña como Daisy y planean liberarla apenas esté en condiciones de enfrentar la vida por sí sola.


Publicidad