Se trata de la Reserva Biológica Indio Maíz considerada uno de los lugares naturales de preservación más grandes de Nicaragua. Se encuentra al sureste del país y lo bordea el río San Juan.
Lamentablemente, ha sufrido un incendio que no ha parado desde que se inició hace días y las autoridades no parecen estar buscando una solución al respecto.
La reserva comprende unos 3180 km² y en él vive una rica variedad de animales y vegetación típica de la selva. Habitan cientos de especies de aves como tucanes, guacamayas, colibríes y loros.
El Gobierno decretó una “alerta amarilla” el viernes pasado dentro de las diez provincias afectadas donde el fuego ya ha logrado consumir miles de hectáreas de bosque.
El incendio se originó el 3 de abril y según el presidente de la ONG ecologista “Fundación del Río”, Amaru Ruíz, “las llamas han destruido hasta hoy unas 3.000 hectáreas. En esta zona abunda una palma llamada “yolillal” y es la que está propiciando la expansión del fuego ya que sus aceites son altamente combustibles”.
Ruiz cree que el incendio pudo ser intencional cuando quemaron pastos en un potrero y lamenta que la situación esté arrasando con especies naturales como el almendro, palo de agua, cativo, guarumo, indio desnudo, guabo, ilolillo, chaperno y palmeras, entre otras.
La respuesta del gobierno
Según el informe entregado por el Jefe del Ejército, Gral. Julio César Avilés, “en conjunto con la Policía Nacional se creó una zona de seguridad delimitada […]”.
“El General Avilés, a través de su informe, nos permite realizar vuelos con la Fuerza Aérea, trasladando personal de la Escuela Nacional de Sargentos y de la Unidad Humanitaria de Rescate. 100 efectivos militares adicionales, además de dos compañías del Batallón Ecológico, de manera que el contingente en la zona de operaciones se elevará a más de mil 200 efectivos militares” señalaron.
Sin embargo, esto parece no ser suficiente ya que el fuego sigue descontrolado luego de 7 días de iniciado. “¿Qué hará que se detenta?” se preguntan muchos.
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