Aún siente confianza hacía los humanos.
Pretty Boy vive en el Parque Nacional Mana Pools en Zimbabwe y allí pasa sus días en paz entre árboles, comiendo pasto y respirando el aire puro del lugar, sin embargo un día este elefante recibió un disparo por parte de cazadores furtivos.
Los veterinarios de Animal and Wildlife Area Research and Rehabilitation Trust fueron a revisar al elefante apenas supieron lo que le había pasado y se encontraron con que el agujero en su frente era profundo.
«De hecho nos esperó durante casi media hora mientras llegábamos en el coche» fue parte del mensaje en el Facebook oficial del equipo que fue a revisar al paquidermo.
Pretty Boy en ningún momento se negó a ser revisado e incluso estuvo tranquilo cuando le dieron un tranquilizante para examinarlo y cuando le curaron su herida en la frente antes de dejarlo seguir con su vida normal.
La mañana siguiente a lo ocurrido la doctora Lisa Marabini, directora de la organización seguía sorprendida por el actuar de Pretty Boy luego de que le dispararan. El elefante no mostró nerviosismo ni agresividad en ningún momento.
Hoy ya come junto a otros elefantes y se acerca a los humanos a pesar del daño que unos le provocaron.
«Normalmente no me siento del todo cómoda acercándome a un elefante salvaje, pero él literalmente emana serenidad. No tiene vibras agresivas viniendo de él», dijo Marabini a The Dodo.
Pretty Boy hoy está sano pero esperamos que ningún otro humano le haga daño.
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