La amistad que se puede generar entre los niños y los animales es impresionante y supera todos los límites. Es que las mascotas no dejan de ser niños y combinan perfectamente con los más pequeños del hogar.
Este bebé de 10 meses de vida ya encontró a su mejor amigo, el perro de su casa, un cariñoso y guardián pastor alemán.
El pastor alemán es capaz de seguirle el ritmo al niño y ayudar a los cansados padres que ya están agotados de tanto jugar y atender al bebé.
El perro corre de un lado a otro para esconderse del niño, mientras este gatea velozmente para atraparlo.
Pero eso no es todo, luego cambian los roles y es el bebé quien se esconde y el perro debe encontrarlo.
Esto deja demostrado que no son necesarias las palabras para entender al otro y que los animales aportan positivamente al desarrollo de los niños.
Es maravilloso presenciar esta amistad entre mascotas y bebés, la cual se va forjando conforme paso el tiempo y además le ayuda a entender sobre el cuidado y la responsabilidad al niño.
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