Nadie está preparado para perder a alguien, el camino posterior es totalmente personal y se atravesará por múltiples cambios. Sin embargo, al final del proceso todos llegarán a “instalar” al ser querido como el tesoro más preciado en su corazón.
Cuando el recuerdo de esa persona esté en la memoria de una forma mas tranquila, entonces se podrá ser feliz nuevamente. Porque el duelo no es olvidar, es sanar el dolor para aprender a vivir con la ausencia.
Cada persona sufre su propio duelo y todos son igual de respetables.
Falsos mitos sobre el duelo
- “La persona que no exterioriza el sufrimiento está condenado a llevar un mal duelo”. El duelo tiene que ver con la personalidad de cada uno, por lo tanto quien no está acostumbrado a hablar o desahogarse con los demás, manejará el duelo a su manera.
- Estar con uno mismo, para pensar o sanar la ausencia, es igual de respetable como quien opta por ir a un psicólogo. Cada persona sana sus heridas a su manera.
- “El tiempo lo sana todo”. Si uno mismo no propicia el cambio, entonces el tiempo no sanará nada. La ausencia no se va a curar, pero si aceptarlo tal cual es para permitirnos seguir viviendo.
- “El dolor se siente en el momento y quien no lo sufre es una persona fría”. Luego de perder a alguien, el dolor no llega al instante, pueden pasar semanas hasta que la persona reaccione. Lo más común es negarlo, pero poco a poco se va tomando consciencia sobre la pérdida y el consecuente dolor.
Técnicas para gestionar el duelo
No hay una técnica específica que le sirva a todos por igual, ya que cada uno lo entiende a su modo. Por eso se debe gestionar de la forma que más sirva y alivie.
1 . Control del pensamiento
Al perder a alguien, la mente no responde, solo siente muchas emociones, miedos y ansiedades.
- Es necesario mantener un control de los pensamientos. identificarlos para poder propiciar el desahogo emocional.
- El control del pensamiento hará que no te culpabilices o busques culpables en otro. Cuando la persona se ha ido, no es necesario acumular más dolor.
- Es necesario aceptar, asumir la pérdida y llorarla.
2 . Fantasía guiada
Esta técnica sirve para facilitar la despedida, ya que las visualizaciones son muy catárticas y útiles.
- Busca un instante de intimidad y soledad. Siéntate con comodidad y respira profundamente.
- Vacía tu mente y focaliza una sola cosa: el ser querido que acabas de perder.
- Visualízalo, pero piensa en esa persona en paz, sonriéndote y de forma tranquila.
- Ya es momento de hablarte y establecer un diálogo interno con el ser querido para comunicarle todo lo que necesitas decirle. Recuérdale cuánto lo quieres y déjalo ir en paz.
3 . Trabajar las heridas día a día
Cuando ya hemos aceptado que esa persona ya no está y nos hemos despedido en paz, sigue trabajar con las heridas a diario.
- Quedan las heridas de la ausencia y la vida que hay que reconstruir sin el ser querido.
- Será una lucha cotidiana que tendrás que afrontar a diario y es necesario que entiendas que no estás solo, hay más persona a tu alrededor y pueden ayudarte.
- No te niegues la felicidad. Ese ser querido estará por siempre en tu corazón y es esencial que vuelvas a sonreír por él.
Piensa que tu vida será un homenaje a su memoria, haz que tus días sean plenos, llora si lo necesitas pero también ríe cuando estés feliz.
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