Cuando decidimos tener mascotas debemos ser responsables de su alimentación, cuidado y bienestar. En el caso de los perros, ellos nos pueden ayudar o trabajar con nosotros, como es el caso de los perros guías, terapéuticos o protectores. Pero este vínculo de todas formas se basa en el respeto, el cariño y la amistad, no en el dinero.
Cocos era un perro muy feliz y bien cuidado en manos de su primer dueño, un anciano bondadoso que lo quería y protegía. Sin embargo cuando falleció, este perrito fue a parar a manos de unas malas personas.
Sus nuevos cuidadores apenas proporcionaban agua y comida a Cocos, tampoco lo sacaban a pasear, lavaban o llevaban a la peluquería. Tras 12 meses de largo cautiverio, fue rescatado por un grupo de amigos de los animales y este era su aspecto.
Una auténtica maraña de mugre y pelo apelmazado cubierto de orines y excrementos.
Su pelo estaba tan sucio y enmarañado que apenas podía caminar o respirar libremente.
Cocos es un bobtail o pastor inglés, una raza de pelo largo y grueso que precisa ciertos cuidados.
Al ser una raza vigorosa también necesita de una buena alimentación y ejercicio, pero Cocos estaba débil, pequeño y delgado.
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Más de 6 profesionales y tres horas de trabajo fueron necesarias para afeitar y limpiar a Cocos.
Bajo la gruesa capa de pelo se encontraron parásitos, llagas y heridas infectadas, consecuencia de su largo abandono.
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Este es el hermoso perro que se escondía tras la bola de pelo sucio.
Un juguetón macho que desde que fue rescatado, se muestra jovial, obediente y no se separa de sus cuidadores.
Ahora fue adoptado por una mujer que está dispuesta a proporcionarle todos los cuidados que necesita.
A cambio el perrito le entregará cariño, lealtad y fidelidad.
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