Los divorcios representan una etapa de la relación en donde se llegó al límite y ambos prefieren distanciarse por el bien sentimental y emocional. Es una experiencia muy gratificante, al menos para las mujeres, ya que las vuelve a conectar con ellas mismas e incluso las rejuvenece.
Un estudio indica que el divorcio es maravilloso para las mujeres, físicamente rejuvenecen hasta 10 años, ya que ellas se enfocan más en sí mismas y dedican mucho más tiempo en cuidarse tanto por fuera como por dentro.
Ahora su mundo gira completamente en torno a ellas y no se trata de ser individualista o egoísta. Su espacio personal por fin a sido recuperado y eso le da oportunidad de conocer a nuevas personas, hacer lo que le apasiona y compartir con sus amigos.
La mujer divorciada no tiene miedo de dejar atrás todo lo que hace recordar su pasado, por lo que tienen un desapego material bastante grande.
Vive alejada de las discusiones de pareja y sus días ahora están llenos de paz y alegría, con la conciencia tranquila ya que sus guerras internas se acabaron.
Ahora está totalmente motivada con fortalecerse desde dentro hacia afuera, se esfuerza por verse bien y estar orgullosa de lo que es. Aunque al principio pueden pasar por una etapa depresiva, es normal, pero cuando logran salir de ahí y retoman su vida, todos los cambios que se generan son positivos.
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