Fue Michael McCarthy quien logró presenciar una situación desgarradora cuando paseaba en su canoa por la costa de Waterway cerca de San Petersburgo en Florida. La sombra de un delfín se asomó a la superficie del mar y sobre este iba uno más pequeño, una cría que estaba muerta.
«Me tomó un minuto darme cuenta de lo que ocurría», le dijo a The Dodo. «Quería creer que era un pez cualquiera, pero era su cría muerta».
Con su cámara captó la despedida de este delfín a su cría.
Tras captar la escena notó que otros tres delfines se unían a esta madre que cargaba a su cría fallecida, como custodiándola para que ningún depredador se le acercara.
«A medida que la madre avanzaba hacia el norte por la costa, otros delfines se unían a la distancia y luego regresaban a sus lugares. Excepto por uno, que se mantuvo al lado de la madre todo el tiempo».
La cría parecía haber sido víctima de una lancha, lo que según el testigo sucedía con una frecuencia habitual. «Al juzgar por sus heridas era probable que se tratara de un motor. He pasado la mayoría de mi vida en el agua y muchos de estos delfines y manatíes tienen heridas que claramente son de motores de lanchas».
Mother #dolphin not ready to let go of her dead calf and pushing it through the intracoastal waterway.
— See Through Canoe (@SeeThroughCanoe) 3 de junio de 2019
It’s hard to say for sure without examination, but the calf may have been hit by a boat. Please don’t assume that because #dolphins are fast that you won’t hit them. #sad pic.twitter.com/Le2MAwvPIB
Aunque lo parezcan, los delfines no son tan rápidos como para escapar de la amenaza de las lanchas. «Las crías sobre todo son muy vulnerables porque no pueden nadar rápido y deben salir con más frecuencia a la superficie para tomar aire».
La ciencia ha comprobado que los cetáceos, es decir ballenas y delfines, lloran a quienes fallecen en su familia y que una madre, debido a su instinto maternal, lo hace aún de mayor manera por sus crías.
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