Ser diferente y tener capacidades distintas al resto de las personas es, a menudo, sinónimo de pasar malos ratos en os lugares públicos, puesto que no existe demasiada consideración
La mayoría de las personas con capacidades diferentes no tienen facilidades para ellos como rampas o los empleados no saben lenguaje de señas. Todo esto parece ser un detalle, pero no lo son, pues podrían cambiar por completo su experiencia y percepción de la realidad y de su vida.
En esta nota les contaremos sobre lo que sucedió en un restaurant en Tennessee, Texas, en el que dos meseras sí consideraron que estar preparadas para cualquier tipo de cliente es realmente importante.
Este pequeño llamado Octavius Mitchell Jr. cumplía 4 años y fue junto a su mamá y tío a celebrar al restaurante donde van generalmente para celebrar los cumpleaños. Ahí es donde a los cumpleañeros los sientan en una montura de caballo y le cantan la célebre canción del “cumpleaños feliz”.
El tema es que Octavius no puede oír, situación que las meseras notaron cuando vieron de lejos a su mamá haciendo gestos con sus manos.
“Estoy ahí sentada y de lejos veo a una mamá haciéndole señas al niño quien tiene problemas de audición”, dijo Kathryn Marasco a WTVF-TC. Marasco le preguntó a una compañera, Brandie White, si sabía cantar el cumpleaños feliz en lenguaje de señas y para sorpresa de todos, White había estudiado lengua de señas en una clase en la universidad.
“Se me acerca y me dice Kat, Kat. Encontré un video de youtube para aprender a hacerlo. Así que nos sentamos y lo vimos, nos demoramos 2 segundos en aprenderlo”, dijo White.
La madre del pequeño no podía contener su emoción cuando las dos meseras se acercaron a cantarle.
“Todos piensan que estamos locos cuando nos ven hablar y hacer señas”, explicó Shatika Doxin. “Así que es muy importante para mí que alguien lo haya notado y haya hecho algo especial para mi bebé”.
Luego el niño les habló a ellas y su madre contó que es primera vez que su hijo se comunicaba con lenguaje de señas con alguien que no fuese ella o su profesora.
“Como mesera quiero que la gente venga y diga ‘oh esto es como casa. Pertenezco acá’”, expresó White.
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