Don Celino Villanueva nació en 1896, en la localidad de Río Bueno, en el sur de Chile y el pasado julio de este año cumplió nada más y nada menos que 121 años. Ya ha vivido tres siglos distintos pero a este caballero aún le queda mucho tiempo de vida.
El único problema es la veracidad de esta información, ya que hace 22 años, don Celino perdió todas sus pertenencias en un incendio que también arrasó con su casa. Todos sus papeles y certificados legales, incluidos los de su nacimiento se esfumaron, sin embargo en Chile nadie duda de su edad.
Celino Villanueva trabajó hasta los 80 años como agricultor de un fundo privado y cuando lo jubilaron se fue al pueblo costero de Mehuín, para arrendar una humilde choza.
Luego llegó el incendió, en el cual casi muere también por las llamas, pero Marta Ramírez, una mujer de la zona, lo acogió en su hogar. Este hombre es un ejemplo de vitalidad para sus pares, sin embargo a través de los años a debido sufrir las graves inclemencias del sistema de salud de Chile, en donde la brecha entre la salud privada y la pública es absurdamente enorme.
Como don Celino no tiene muchos recursos, su estado de salud es mucho más frágil, está ciego en un 90% por un severo diagnóstico de cataratas, ha perdido el 85% de la audición y le falta casi todos sus dientes.
Esperamos que el gobierno de Chile se haga cargo de todas estas personas desconocidas y longevas que se reparten por todo el país y se merecen una salud digna y de calidad, para que sus últimos años sean lo más grato posible.
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