El cáncer de mama es el crecimiento descontrolado de las células mamarias. Pero para entender mejor el cáncer de mama, debemos entender cómo se desarrolla cualquier cáncer. El cáncer es el resultado de mutaciones, o cambios anómalos, en los genes que regulan el crecimiento de las células y las mantienen sanas. No cabe duda de que una de las enfermedades que más aqueja a nuestra población actual es el cáncer. La temida enfermedad puede hacer aparición en la vida de cualquier persona sin distinción de raza, color o estatus económico. En el caso particular de las mujeres, el cáncer de mama puede llegar a afectar en cualquier etapa de la vida, por lo que documentarse sobre la revisión y la prevención es lo más favorable. Sin embargo, para aquellas a las que ya se les ha diagnosticado la anomalía, se ha producido un nuevo descubrimiento.
El investigador Roger Gomis, del laboratorio del Instituto de Investigación Biomédica (IRB) de Barcelona, ha trabajado en conjunto con los hospitales Vall d’Hebron, Clínic y del Mar para llevar a cabo una investigación cuyo objetivo era identificar un gen involucrado en el estado latente asintomático del cáncer de seno. La contribución principal de la investigación era explicar la variación del tiempo en la producción de metástasis del cáncer de seno entre diversas pacientes, según afirma Gomis.
“Nuestro objetivo era averiguar de qué depende que una metástasis aparezca antes o después”
El equipo se dedicó a analizar el cáncer de mama más frecuente (el hormonodependiente), en el que se manifiesta el receptor de estrógenos (ER +) y que tiene una tasa de entre el 70% y 80% de todos los casos.
Este tipo de cáncer es menos agresivo que los triple negativo y los HER2+, pero también causan metástasis y cuando lo hacen tienen un comportamiento particular. Sólo un pequeño grupo de las afectadas por el tumor hormonodependiente recaerá en menos de cinco años “y tienen un riesgo sostenido a lo largo de la vida, 10, 20 incluso 30 años después de finalizar el tratamiento.
La duda de por qué la posibilidad en algunas mujeres de recaer y presentar metástasis aparecía pronto, mientras que en otras podría tardar hasta décadas tuvo su respuesta en una proteína: la MSK1. Según los científicos, cuando esta proteína se encuentra presente, la metástasis tarda más. En sus palabras:
“Los tumores de cáncer de mama ER + que no expresan MSK1 se asocian a un riesgo de recurrencia más anticipado, mientras que aquellos que la expresan harán metástasis más tarde en el tiempo”
“Podría ayudar a identificar a aquellas personas con riesgo cercano de sufrir recaídas con el objetivo de realizar un seguimiento más estricto de lo habitual. Ya se sabe que cuanto antes se detecta, más opciones hay para actuar de una forma temprana”
Resumiendo, identificar esta proteína abre la posibilidad de desarrollar un mecanismo que simule su compuesto y imiten su acción para elaborar tratamientos y fármacos que ayuden a evitar que el cáncer se propague.
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