Ciera y Connor son dos adolescentes con discapacidades diferentes que han conmovido a todo el mundo por su capacidad de amar. Connor nació con Síndrome de Down y Ciera desarrolló mutaciones genéticas que le causaron problemas cognitivos. Sin embargo a pesar de sus limitaciones y problemas, ellos enfrentan la vida con mucha alegría y una gran sonrisa.
Pero no todo ha sido fácil, cuando Ciera estaba en tercer grado, comenzó a tener convulsiones severas lo que le produjo un daño cerebral que mantuvo su cerebro en un estado permanente de cognición de tercer grado. Sus compañeros, a medida que pasaban los años, se alejaron de ella porque no entendían el hecho de que no madurar a su misma velocidad.
“Pronto nos dimos cuenta de que las invitaciones para pasar la noche cesaron y las invitaciones a fiestas de cumpleaños dejaron de llegar. Mi corazón y mi espíritu estaban rotos. Aunque ella siempre estaba muy feliz, aun así, estaba sola”.
– Carissa, madre de Ciera
Al llegar a la secundaria sus padres temieron que se sintiera aún más sola, pero afortunadamente conoció a Connor en una de sus clases de educación especial.
“Por muchos años recé para que un día Dios le diera a mi hija alguien que la viera como el tesoro que realmente era. Durante mucho tiempo luchó con su lugar en este mundo y para encontrar la verdadera amistad”. Connor llegó y la salvó de vivir sola, para ser parte de la unión y el amor. El síndrome de Down no tenía nada que ver con Connor, y rápidamente se aferró a Ciera y la amistad creció rápidamente y febrilmente”.
– Carissa
El chico le da mucho amor a Ciera, se preocupa constantemente por que esté bien y se asegura de que todos sean amables con ella.
“Para hacer las cosas aún mejor, Connor trajo consigo a su grupo de amigos… todos chicos, por supuesto. Todos sienten el mismo amor que Connor por Ciera. Luchan por quién se sentará a su lado. Se enojan si uno de ellos no es amable con ella. Ellos la adoran. Y todo se debe a Connor”.
– Carissa
Todo iba bien hasta que unos meses antes del baile de graduación Ciera necesitaba una cirugía urgente para remediar su escoliosis severa y la chica estaba muy triste, pero Connor supo cómo animarla.
“El día antes, Connor trajo una canasta llena de sus cosas favoritas. Jugó juegos con ella para ayudar a distraer su mente, e incluso lloró cuando él se fue. Estaba abrumado por el estrés y la preocupación por su amiga. El día de su cirugía, su maestra se acercó a mí y me pidió que cuando saliera del procedimiento le avisara porque “los muchachos de Ciera” estaban tan preocupados que no estaban haciendo ningún trabajo”.
– Carissa
Como no pudo asistir a la graduación de ese año, se preparó una fiesta increíble el siguiente año.
El proceso de las compras era lo más esperado por todos.
“Teníamos que asegurarnos de tener el “tono de rosa perfecto” para sus uñas y, dado que los tacones están fuera de discusión, un brillante par de Converse hizo el truco. Cuando llegó la hora de la foto, se podía ver el brillo en los ojos de Connor. Él estaba emocionado”
– Carissa
Connor siempre era caballero, así que no solo abrió la puerta de su auto, sino que además afirmó que llevaría a Ciera a cenar donde ella quisiera. Finalmente fueron al restaurante favorito de la chica, Chick-Fil-A y luego se dirigieron al baile.
“¡Durante el baile, fui inundada con mensajes de texto de todas las chicas mayores sobre la diversión que estaban teniendo con Connor y Ciera! ¡Eran de hecho las estrellas del espectáculo!. “Estoy bastante segura de que ninguno de ellos dejó de sonreír durante toda la noche. Connor y Ciera son el epítome de “El amor es paciente, el amor es amable”, y este mundo necesita más de esto”.
– Carissa
Ciera estaba disfrutando como se lo merecía.
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