Mientras pasaba por un camino rural rumbo a su trabajo en Wisconsin (Estados Unidos), Tegan Griffith notó algo extraño en un vertedero cercano. Cuando se acercó, descubrió con sorpresa a un dulce cachorro de orejas caídas abandonado en un rincón solitario, destinado a morir.
Decidió llamarlo y lo llevó a su lugar de trabajo, donde le alimentó y le bautizó como Larry. El perrito le agradeció profundamente la comida y estaba feliz junto a Tegan en su trabajo. Ella compartió la historia del perro en su cuenta del Twitter.
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Con el fin de ayudar a su compañero nuevo, decidió ir a su casa y trabajar desde ahí. Llamó al refugio animal de la zona y a la policía para intentar encontrar a sus dueños o hacer algo por ayudarle.
Pronto recibió una llamada de uno de los refugios, donde le dijeron que “había encontrado al número cuatro”. Era una respuesta inesperada e intrigante, pero que finalmente le sirvió para encajar las piezas de este rompecabezas.
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Y es que Larry era el cuarto hermano de una camada que fue abandonada sin piedad por su dueño, en un apartado y solitario bosque donde nadie les encontraría.
Fue uno de los conocidos del propietario quien encontró a las hermanas y las dejó en el refugio, pero Larry se perdió en el bosque y pasó sin abrigo una noche en el frío del norte de Wisconsin.
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Actualmente están todos en el refugio, recibiendo vacunas y tratamientos necesarios para que estén listos para quedar en adopción.
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Sin duda nadie se espera que ocurra un milagro camino al trabajo ¡qué bella historia!
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