Conforme la sociedad avanza, la planificación familiar se vuelve más pensada y de esa forma, más lenta. Es común que hoy en día, tanto mujeres como hombres prefieren enfocar su juventud en su carrera, sus sueños, en viajar y tener experiencias y, si es que se tienen las intenciones, cuando tienen la vida más o menos resuelta, pensar en tener hijos.
No obstante, y como suele suceder, la responsabilidad de evitar el embarazo y seguir el plan de vida sin hijos recae solo sobre la mujer. Sin importar si está soltera o en una pareja estable, la que se embaraza es ella, entonces la que debe cuidarse es ella.
Especialmente en las mujeres que están en una relación estable, es muy normal que decidan cuidarse únicamente mediante pastillas anticonceptivas. Si confían en sus parejas y ya no hay riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual, parece que el preservativo ya no tiene razón de ser.
¿Cuáles son las otras opciones?
Lamentablemente, son pocas las mujeres que leen el prospecto completo. E incluso las que lo hacen, no ven otra alternativa.
Así es que muchas mujeres alrededor del mundo han decidido dejar de tomar la píldora anticonceptiva. Algunas por simple convicción y otras porque viven en carne propia algunos de los efectos secundarios del consumo de anticonceptivos orales. Al preguntarle a distintas mujeres la razón sobre su decisión, las respuestas son diversas:
“Las pastillas me generaban ansiedad física. Sentía opresión en el pecho, me faltaba el aire, sentía que me iba a morir. Finalmente, después de un terrible ataque de pánico en el que verdaderamente pensé que moriría de un derrame cerebral, dejé de tomar las pastillas. La recuperación no fue inmediata, pues todo lo que había pasado en mi cuerpo llevó un tiempo de recuperación, pero finalmente mejoré”.
“Tuve maculopatía media aguda paracentral, una enfermedad que hace que las células sanguíneas del ojo izquierdo sufran un espasmo y luego mueran. Es tan raro que no pueden estar seguros de que sea provocado por la cafeína o la pastilla, pero en vista de que odio el té y el café, y que más o menos todas las personas que lo han padecido han sido mujeres jóvenes que toman la pastilla, es más probable que sea eso.”
“Aproximadamente un mes después de empezar a tomar las pastillas, mi piel se puso horrible, los cambios de humor eran peores, me sentía enferma y me ponía a llorar en cualquier momento. Mis períodos se volvieron más pesados y mucho más dolorosos; a veces la situación era tan mala que no podía salir de la cama y tenía que ausentarme de la escuela.”
Así como ellas dieron su testimonio, existen muchas otras mujeres que lo han hecho porque, desafortunadamente, cuando una mujer deja de tomar las píldoras anticonceptivas, siempre tiene que dar explicaciones y eso debe cambiar.
Las pastillas anticonceptivas no son más efectivas que el preservativo, por ejemplo. La diferencia está en que es el método anticonceptivo que maneja la mujer. No hay que “obligar” al hombre a usar preservativo, nos olvidamos de la discusión sobre el tema, podemos tener sexo sin preocuparnos por un embarazo no deseado.
Quizá el aumento de peso que nunca has podido explicar sea producto de las pastillas anticonceptiva. Otras mujeres sufren dolores de cabeza, cansancio, o mareos. Al final, siempre es estar realizando de forma química procesos que el cuerpo puede hacer naturalmente.Muchas otras mujeres no presentan ninguno de estos síntomas “extremos”. Sin embargo, las hormonas sintéticas siempre tienen un efecto sobre el cuerpo.
Al dejar las pastillas anticonceptivas, debes saber que es una buena decisión, pero que no es tan sencilla. Tu cuerpo se ha acostumbrado a no tener que manejar ciertos procesos, y volver a hacerlo de forma natural le llevará un tiempo.
Te recomendamos consultar a tu médico para que te indique la mejor forma de dejarlas, y los cambios que puedes esperar, para que no te tomen por sorpresa. Además, debes saber que en pocos días de haber dejado de tomar las pastillas, ya puedes quedar embarazada. Si te da más seguridad seguir tomando las pastillas anticonceptivas, estás en todo tu derecho, y es una decisión tan válida como cualquier otra. No obstante, siempre procura que sea tu decisión, y estar segura de ello, y no hacerlo porque tu novio no quiere usar condón. Si eso sucede, quizá tienen varias cosas que conversar y debes poner todo en la balanza.
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