Actriz Adoptó A Perro Y A Tortuga Pero Jamás Pensó Lo Que Ocurriría Después…

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La amistad, cuando es verdadera, no ve de raza, género ni condición. Así pasa con los humanos…y los animales. Como lo veremos en esta historia de un perro y una tortugas adoptadas por una mujer.

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Se trata de la actriz Jill Lover quien decidió convertirse en la madre adoptiva de Shirley Chicken y, posteriormente de Stanley. La primera era una perrita que se encontraba en adopción en la Fundación Lange. Meses después, recibió a la tortuga de manos de un amigo que la rescató luego de ver que casi la atropellan en la calle de Los Ángeles.

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Al principio pensaron que la tortuga salió de alguna casa del sector pero luego de preguntar infructuosamente, Jill decidió quedarse con él. La mujer lo llevó al veterinario y se enteró que tenía cerca de 50 años de edad.

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Cuando Stanley llegó a casa, la perrito la aceptó de inmediato. Ambos se miraron para saludarse y desde ese minuto comprendieron que serían grandes amigos. Así lo registra la actriz en varias fotos que ha publicado en su cuenta de Instagram.

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Los amigos aprovechan todo el tiempo del mundo para disfrutar de la compañía de uno y otro. Como ver películas juntos.

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Igual disfrutar un tiempo de relajo.

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Les fascina salir a pasear y están listos apenas Jill les dice que van a pasear.

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Disfrutan la vista a la calle y tantas cosas nuevas.

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Y ser hijos de una actriz les trae beneficios como conocer a muchas celebridades como a la actriz Teri Hacher. Acá ocurrió un percance cuando Stenley se hizo pipí encima.

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Ambos amigos se divierten juntos cuando van a la playa. Se adaptan uno al otro en sus ritmos.  Sobre todo con Stanley que es más lento.

Una divertida amistad que durará para siempre. Son grandes compañeros de vida…

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¿Qué te parece esta hermosa amistad? ¡Comparte compañerismo!


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