La foto tomada por la fotógrafa Maija Tammi logró obtener un galardón y ella admitió que con esta instantánea intentó llamar la atención sobre “la rápida difuminación de los límites entre el hombre y la máquina”.
Los avances en la ciencia y el progreso tecnológico hacen que la frontera entre lo natural y lo artificial sea cada vez más efímero y fácil de traspasar. La foto de una androide que acaba de ganar el tercer puesto en uno de los más prestigiosos concursos internacionales de fotografía de retrato es una excelente muestra de ello.
Este hecho creó una gran polémica y abrió un debate sobre la definición de lo humano. La obra fue creada la fotógrafa finlandesa Maija Tammi y representa a una robot japonesa llamada Erica. Fue el único retrato presentado que, a pesar de ir en contra de las reglas del certamen Taylor Wessing Photographic Portrait Prize, no estaba protagonizado por una persona.
Con la imagen que Tammi tomó en la ciudad japonesa de Osaka, ella se propuso poner en discusión la pregunta “¿qué es ser humano y qué es estar vivo?“. Además, recalcó, su intención fue llamar la atención sobre “la rápida difuminación de los límites entre el hombre y la máquina”.
Durante el año en curso, los ganadores fueron seleccionados entre más de 5.717 fotografías presentadas. El primer galardón del certamen, organizado por de la Galería Nacional de Retratos del Reino Unido, se lo llevó el español César Dezfuli por su imagen de un migrante rescatado en el mar Mediterráneo cercano a las costas de Libia.
Los organizadores reconocieron que decidieron aceptar el retrato de Tammi a pesar de que este “no respetaba las reglas”. “Las normas son revisadas cada año y esta cuestión se tomará en cuenta para la próxima edición”, han indicado.
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