Aoife Lovett, de 19 años, pasó por problemas de salud mentar durante algunos años y aunque se recuperó, le quedaron cicatrices que le hacían recordar todos los días su problema.
Ella siempre quiso cubrir esa parte de su cuerpo con tatuajes, pero todos los tatuadores a quienes iba a ver, se negaban a trabajar en una piel tan afectada. Excepto uno.
La mamá de Aoife se acercó al proyecto de Ryan Kelly llamado “Cicatrices detrás de la belleza”, una iniciativa que ayuda a la gente que se ha auto lastimado a dejar esa historia atrás.
“Es muy difícil llevar tiempo sin hacerlo y que las cicatrices constantemente te lo estén recordando. Me trae memorias de cómo me sentía entonces. Sentía mucha vergüenza y culpa, sobretodo cuando estaba cerca de mi familia”.
Ryan comenzó su proyecto cuando una mujer lo contactó por la misma razón que lo hizo la mamá de Aoife.
“Una chica vino a verme, buscaba hacerse un tatuaje para cubrir algunas cicatrices y platicando con ella me contó toda la historia. Al final, sentí culpa de cobrarle y lo hice sin costo. Poner algo bello encima de algo feo, significa mucho para mí”, confesó Ryan.
“Hacerlo te da una nueva sensación de libertad, volví a ganar confianza en mí misma pues era muy difícil ir a pedir trabajo y que vieran mis cicatrices, te ven mal y te cuestionan demasiado”, declaró Aoife.
Ryan no juzga a los otros tatuadores que no quisieron tatuarla, porque lo entiende hasta cierto grado, ya que para que una pieza quede perfecta es mejor si se hace sobre una piel lisa. Toma más tiempo en una piel con cicatrices, pero para Ryan significa mucho más que eso, porque ayuda a personas con problemas a superarlos y seguir adelante.
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