Nos encanta ir al cine, pues es un momento de distracción para la mayoría de nosotros. A todos nos gusta ver películas en la pantalla grande, pero algunas cosas en los cines no nos calzan, por ejemplo, el hecho de que las palomitas desde hace tiempo cuestan más que las entradas mismas y es algo que a todos nos ha llamado la atención alguna vez.
1. Elige los mejores asientos
Para pasar un mejor momento, siéntate un poco más atrás de la mitad de la sala. Pues acá es donde los ingenieros se sientan para calibrar el sistema de sonido.
2. El poco tiempo que tienen los empleados para la limpieza, no les permite hacer que las salas brillen de limpias
Los pisos en el cine son pegajosos y sucios, a pesar de que se realice la limpieza después de cada función. Esto se debe a que las pausas cortas entre las películas, solo les permiten hacer aseo en un corto lapso, por ejemplo barrer los pisos, pero no para lavarlos. La limpieza con agua de los interiores, por lo general, se lleva a cabo de noche.
3. A los empleados del cine les será más fácil limpiar si colocas la basura sobre el asiento, no debajo de él
4. El nivel del ruido en los cines puede estar peligroso para tus oídos
Si bien existen estándares de los sistemas de audio y requisitos para el nivel del ruido, algunas salas del cine los ajustan como quieran. Debes ser muy cuidadoso con las películas de acción llenas de explosiones y batallas, durante las cuales el nivel del ruido, por lo general, supera el permitido.
5. Los precios de las palomitas son demasiado exagerados
Imaginen que existen comparaciones sobre que 300 g de palomitas cuestan más que un filete del mismo peso. El precio de este aperitivo está tan inflado que a veces ir a un restaurante sale más barato que comer en el cine.
En promedio, en los EE.UU. unas palomitas grandes en el cine cuestan 8 dólares, aunque el cine no paga por ellas más de 1 dólar, lo que valen las palomitas en la tienda de afuera del cine.
6. Hasta 1981 los asientos no tenían portavasos
Es curioso pero los portavasos para las bebidas aparecieron en muchas salas de cines solo en 1981, 60 años después de que en los EE.UU fuera abierto el primer cine con aire acondicionado. Y las palomitas se volvieron una parte inseparable del cine también en los EE.UU. durante la Segunda Guerra Mundial.
7. ¿Por qué las palomitas huelen tan bien?
Existen varias razones por las que nos es difícil resistir el maravilloso aroma de las palomitas. Primero, en el cine existen sus secretos que ayudan a crear aromas únicos: por ejemplo, en las palomitas se agrega una mezcla de aceites de coco y canola. Y, en segundo lugar, los aditivos alimentarios están en todos lados.
8. Al menos una vez por semana los empleados tienen que correr alguna pareja de enamorados de la sala
Nunca olviden que si son de las personas que adoran abrazarse, besarse e incomodar a los demás espectadores en la mayoría de los cines existen cámaras de vigilancia, gracias a las cuales te descubrirán rápidamente y llamarán tu atención o te sacarán de la sala. Si quieres tener una cita romántica, ve a un lugar privado.
9. Nunca ahorrarás con los Combos
Con los combos de palomitas, bebidas y otras golosinas en realidad no ahorras tu dinero. Si sumas el costo de todos sus componentes y lo comparas con el precio del combo, saldrá lo mismo. Ahorrarás más dinero si simplemente pides porciones más pequeñas.
10. Las palomitas no siempre se venden recién hechas
La mayoría de los trabajadores de los cines nos cuentan que una de las principales ventajas de las palomitas es que no se echa a perder durante varios días. Si las palomitas no se vendieron en la noche, las ponen en bolsas de plástico para recalentarlas y venderlas a la mañana siguiente.
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