Pocos son los seres humanos que no tienen preocupaciones financieras. La gran mayoría de nosotros sí las tiene y son recurrentes. Esta es la historia de Matías Leiva, un hombre de 35 años, que formó un imperio en el centro de Santiago de Chile con único objetivo de pagar una millonaria deuda. Su éxito fue tan rotundo que creó “La Insolencia”, un negocio de sándwiches y la gran historia de emprendimiento y perseverancia vale la pena ser contada.
La historia de la iniciativa de Matías empezó cuando trabajaba en una empresa internacional de transportes. El sueldo no le era suficiente, ya que tenía muchas deudas. Pero un día, Matías fue al banco y le dieron la mala noticia de que debía aproximadamente ocho millones de pesos chilenos (13 mil dólares aprox.). Con mucha incertidumbre y sin saber aún qué hacer, sacó los únicos 10 dólares que tenía en el banco.
Se retiró del banco muy preocupado y asustado, pero pensó que la clave era saber administrar esos 10 dólares. Trató de olvidarse por un momento del enorme problema en el que se encontraba y tuvo una gran idea: vender sándwiches en la calle con el único dinero que le quedaba.
“Voy a comprar jamón, harina, levadura y me voy a poner a amasar” comentó Matías. Los pensamientos y críticas de sus familiares y amigos, se hicieron presentes al contarles su idea: “¿No te da vergüenza salir a la calle a vender panes?” “¿Cómo se te ocurre invertir el único dinero que te queda en esa idea?”; esas fueron algunas de las frases que escuchó constantemente.
Matías se dio cuenta que necesitaba apoyo y le llamó a un amigo cercano para que le ayudara. Le pidió que se parara en la calle y observara a los vendedores. Se apresuró a preparar sus productos y el primer día salieron con 10 sándwiches cada uno. Su sorpresa fue que la cifra aumentaba día con día: al siguiente vendieron treinta, al siguiente cuarenta, y así sucesivamente. El negocio iba creciendo. Un año después, Matías ya vendía 1200. En la actualidad vende 2500 sándwiches cada día.
Viendo el éxito de su negocio que algunos amigos se acercaron a él para pedirle trabajo, por supuesto que Matías los contrató inmediatamente.
Su personal llega todos los días a las 5am a comenzar la jornada. Algunas tareas consisten en abrir los panes, cortar los tomates y el queso fresco. Todos los sándwiches son preparados en el mismo día.
Con estas palabras, Matías demuestra su orgullo y cariño por el equipo de trabajo que tanto lo ha apoyado.
Al día de hoy, los sándwiches de ‘La Insolencia’ son muy populares en Santiago, así que si un día llegas a visitar esta ciudad en Chile, recuerda la historia de perseverancia y superación de Matías Leiva y busca esos deliciosos sándwiches.
Mira este vídeo con su completa historia de superación:
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