El frío azotaba durante la madrugada en la localidad de Virrey del Pino, Buenos Aires (Argentina). De pronto, uno de los hijos de la familia Reinoso escuchó un extraño ruido afuera, como si se tratara del llanto de un niño. Empujado por la curiosidad, fue al origen del sonido y encontró a Puti, la perra de la familia, acurrucada con los cachorros que había tenido hace un par de días.
Pero el muchacho se sorprendió cuando entre los pelos y la suciedad de los cachorros se encontraba el pequeño Santino, un bebé humano.
¿Cómo había sucedido ésto?
La noche anterior, la madre de Santino pasó por la casa de los Reinoso y habló con Alejandra, la madre. La mujer, de 33 años, le pidió si podía cuidar de su hijo, pero Alejandra no podía. Ante la negativa, la madre de Santino se fue y Alejandra pensó que encontraría otra persona que se hiciera cargo del pequeño.
Pero no fue así.
No ha sido confirmado por las autoridades, pero se sospecha que es probable que la mujer haya actuado de forma irresponsable y haya dejado al niño a la intemperie, en medio de una fría y oscura noche en la ciudad argentina.
La perrita, conmovida y llena de instinto maternal, acogió al pequeño Santino y lo protegió junto a sus cachorros de las inclemencias de la noche.
Cuando el pequeño fue encontrado, la familia Reinoso lo bañó pues tenía olor a alcohol y suciedad. Lo alimentaron y después lo entregaron a las autoridades correspondientes, frente a lo cual la madre fue detenido y encarcelada por su negligencia.
Mientras tanto, la perrita Puti fue premiada con muchos cariños y golosinas perrunas.
Mira la entrevista a Alejandra, la dueña de Puti:
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