La adolescencia es un periodo intenso y difícil, debido a los cambios hormonales, las exigencias escolares y el desarrollo personal que pueden llegar a ser mucho para abarcar en un sólo momento de nuestras vidas, pero a la mayoría de nosotros que vivimos en la cultura occidental nunca nos obligaron a viajar a Palestina para casarnos en un matrimonio arreglado. Lamentablemente, este no es el caso de la protagonista de nuestra historia.
Se trata de Yasmine Koenig, quien a través de un reportaje en Seventeen reveló su infancia como una adolescente alejada del mundo que fue obligada a casarse en el país natal de su familia. Fue criada en una familia de mujeres junto a su madre, su abuela y sus dos hermanas mayores cuando su padre murió. En su adolescencia parecía disfrutar lo mismo que todos los jóvenes: internet, los amigos y la música. Yasmine revela que sus hermanas eran lo máximo y que cuando las veía escuchar y cantar Usher en su habitación, eran aún mejores.
Llegó el día en que ambas hermanas mayores fueron enviadas a Palestina y no las volvió a ver durante años. Luego de que Yasmine se gradúo de la preparatoria, su madre no la matriculó en los siguientes cursos para terminar la escuela. Su única conexión con sus amigos era una cuenta falsa en Facebook, ya que su familia la obligaba a pasar encerrada ayudando a su abuela.
“Mientras tanto, mi mamá amaba que yo estuviera junto a ella en la casa. Ella no trabajaba y decía que era importante que aprendiera a ser una buena ama de casa. Me daban escalofríos cada vez que lo escuchaba, era lo último que quería ser”, Yasmine Koenig a Seventeen.
“Desde el comienzo sabía que algo no andaba bien. Sabía que nos iríamos un mes, pero no confiaba en mi mamá. Le pregunté si me podía mostrar el pasaje de vuelta, quería la prueba de que existía“, Yasmine Koenig a Seventeen.
Luego de dos semanas en el país, la familia de Yasmine comenzó a reunirla con distintos hombres que nunca había visto. Uno de esos días, le informaron que se casaría con uno de ellos, lo quisiera o no. Lo único que sabía de él era que es nueve años mayor. Ni siquiera sabía su nombre.
“Mi peor pesadilla era una realidad. Corrí al baño, me hice una pequeña bolita y lloré ¿cómo es que mi familia me estaba haciendo esto?”, Yasmine Koenig a Seventeen.
Luego del matrimonio, Yasmine logró ponerse en contacto con algunos de sus amigos vía Facebook para buscar ayuda. Ellos le dieron el número de la Embajada de EE.UU en Palestina y comenzaron a planear su rescate. Mientras su esposo trabajaba y arriesgando su vida, Yasmine escapó de Palestina. La primera vez que se reunió con representantes norteamericanos, revisaron si traía explosivos, como es de esperar.
Luego de pasar por muchos procesos burocráticos, hogares de acogida y el completo rechazo de su familia, Koenig fue adoptada por una familia, pudo terminar la escuela y recibió una beca para entrar a la universidad.
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