Cuando uno va envejeciendo lo mejor de todo es ver cómo crece la familia y sentirte acompañado y querido por ellos. Sin embargo a este abuelito que cumplía 61 años, nadie lo visitó para su cumpleaños, había arreglado el lugar para celebrar pero notó que nadie llegó.
Arregló y ordenó el restaurante, pero nadie llegó al lugar. Entonces su celular sonó y tuvo una cara de decepción por unos minutos, la fiesta no se llevaría a cabo porque nadie iría.
En lugar de retirarse del lugar, hizo un anuncio en voz alta a todos los clientes:
“Por favor, disculpen, pero ¿puedo tener su atención un segundo?Hoy es mi cumpleaños, cumplo 61 y quería celebrarlo con mi familia. He estado esperando a mis hijos y a mis nietos, pero ninguno ha venido. Cualquiera que quiera sentarse conmigo y celebrar puede hacerlo. Les estaría agradecido por siempre si es que me acompañaran también, con una pequeña canción de cumpleaños“.
Todos se acercaron a su mesa y lo acompañaron como lo no hizo su propia familia.
El hombre lo disfrutó al máximo y solo compartiendo con gente desconocida.
No se desanimó como cualquier otro lo habría hecho, de todas formas disfrutó de su cumpleaños. Compártelo con tus amigos.
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