Tener hijos es una de las cosas más increíbles de esta vida. Sin suda nos da mucha alegría, pero conlleva una gran responsabilidad, también y como padres estamos dispuestos a darlo todo por escuchar la risa de nuestro hijo o verlo sonreír; Sin embargo, al tratar de lograrlo, es muy fácil exagerar y lastimar al pequeño sin querer. El día de hoy hemos reunido una galería de 5 cosas que traen más daño que beneficio y pueden llevar a consecuencias irreparables para tu hijo.
1. Andadores
El daño comprobado de este objeto supera el efecto positivo esperado y ya fue motivo suficiente para que las prohibieran en Canadá. Algunos motivos son: traumatismo infantil (más de 8 mil casos al año en tan sólo los Estados Unidos); Irregular fortalecimiento de músculos, deformación de los pies y las piernas; desviación en la columna debido a la carga alta (la columna en los niños menores a un año aún no está bien formada y no tiene las curvas necesarias); los niños empiezan a caminar más tarde porque no sienten estímulos para hacerlo por su cuenta, el equilibrio y el instinto de autoconservación no se desarrollan. Para minimizar el daño, usa estos dispositivos bajo tu supervisión no más de 2 veces al día durante 15 minutos cada una y solo después de que tu hijo aprenda a caminar. También puedes pedirle una consulta a un ortopedista para que detecte las contra indicaciones.
2. Jugos frutales y leche
Los jugos frutales pasteurizados contienen pocas vitaminas y una gran cantidad de azúcar, lo cual provoca problemas con las caries y llevan a obesidad. Los pediatras recomiendan los jugos recién exprimidos a los niños mayores de un año y en cantidades limitadas. Es mejor sustituir los jugos pasteurizados por las frutas frescas.
La leche de vaca entera contiene poco hierro y más nutrientes de lo que tu bebé necesita en realidad. Debido a esto los riñones empiezan a trabajar más rigurosamente, lo cual puede provocar anemia, alergia y disbacteriosis.
Puedes ofrecerles la leche de vaca a los niños mayores a un año y en cantidades que no superen 500 ml al día. Sustituye la leche por los alimentos con alto contenido de calcio (productos lácteos agrios, verduras y frutas verdes) y vitamina D (huevos, hígado de res).
3. Juguetes coloridos
Es mejor si eliges juguetes de colores tranquilos y, de preferencia, de materiales naturales: madera y tela. Recuerda que el juego es, en primer lugar, enseñanza, no entretenimiento, por lo tanto los juguetes deben estar cerca de la realidad.
4. Ropa abrigadora
Mientras más pequeño sea el niño, peor es su termorregulación, por lo cual se enfría y se calienta más rápidamente. El calor excesivo provoca neurosis y puede causar un golpe de calor. La ropa demasiado abigadora no deja que el organismo produzca reacciones de protección adecuadas a los cambios del clima, lo cual provoca enfermedades respiratorias e inmunidad baja. La ropa debe ser de telas naturales, transpirables, y debe tener una capa más de lo que nos ponemos los adultos. El bebé se siente cómodo si tiene pecho y abdomen abrigados y secos y manos y piernas rosas y cálidas.
5. Dispositivos electrónicos
La luz azul que emanan las pantallas LED modernas, afectan la retina, lo que puede provocar degeneración macular. Con el tiempo esto puede generar ceguera y cataratas. Si el niño está entretenido con su tableta y smartphone, no recibe estímulos suficientes del mundo real, no se le desarrollan sus habilidades motoras sensoriales y finas, no tiene comunicación real. Todo esto provoca deficiencia en el desarrollo del lóbulo frontal del cerebro, el cual también responde por el habla, la individualidad, comunicación y toma de decisiones.
Es importante que limites el uso de los dispositivos a 1 hora al día. Úsalos únicamente para las aplicaciones educativas y para los niños mayores a 2 años. Mientras el niño usa los dispositivos, debe interactuar con otros niños o con adultos. No debes dejarlo en soledad.
6. Cinturón de seguridad
Estar embarazada y abrocharse el cinturón cruzando el abdomen es un motivo probable de lesiones a tu bebé en caso de un accidente. Abrocha el cinturón a nivel tan bajo como sea posible. Siéntate derecha, ya que inclinarse demasiado hacia adelante hace mucha presión sobre el bebé. De ser posible, no conduzcas tu auto: el volante se ubica demasiado cerca del abdomen, lo cual podría ser fatal incluso en caso de un accidente menor. Debes tomar todas las precauciones necesarias para proteger a tus pequeños.
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