Salvó A Miles De Judíos Metiendo A Niños En Ataúdes Y Bolsas De Basura

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“(…) Mi padre me enseñó que si ves a un hombre ahogándose, debes hacer lo posible para salvarlo, aunque no sepas nadar” dijo Irena Sendler.

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En la Segunda Guerra Mundial, en Varsovia los nazis crearon el gueto de judíos más grande de toda Europa que albergó a unas 400 mil familias. En ese periodo Irena Sendler utilizó una técnica particular que consistía en meter a niños en maletas, ataúdes y sacos.

Irena nació en 1910 y era polaca y católica, además de enfermera y asistente social. Aunque ella era muy creyente, odiaba a los nazis.

Ante el hambre, el hacinamiento y las enfermedades de os judíos de los guetos, ella se planteó una misión y uniéndose a Zegota que era una organización clandestina decidió ayudarlos en su misión de salvar niños judíos.

Para ello Irena decidió utilizar diversas formas de sacar a los pequeños de los campos de concentración. Al principio fingía que los niños estaban muy enfermos y que debía llevarlos al hospital del gueto, pero a medida que la seguridad fue en ascenso, los escondía en bolsas de basura, maletas y ataúdes.

Un día, los nazis descubrieron lo que hacia y la arrestaron, la enviaron a prisión, fue torturada por la Gestapo e incluso le rompieron los brazos.

Sin embargo, Irena nunca reveló la ubicación de la lista donde tenía escrito los nombres de 2 mil 500 niños que había ayudado a escapar.

Fue sentenciada a muerte por los nazis, pero una de sus antiguas asistentes sobornó a un soldado que la ayudó a escapar con una falsa identidad.

“Mi odio por la ocupación alemana era mayor a mi miedo. Además, mi padre me enseñó que si ves a un hombre ahogándose, debes hacer lo posible para salvarlo, aunque no sepas nadar. En ese tiempo, Polonia se estaba ahogando”.

–Irena Sendler–

Tras la guerra Irena entregó la lista a una organización cuyo fin era reencontrar a las familias judías con sus hijos.

Los nietos de los niños a los que rescató la visitaron hasta que falleció a sus 98 años. En 1997 fue nominada al Premio Nobel de la Paz.

Sin duda una mujer valiente hasta el final.


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