Tales Pereira trabajaba para educar a su hija Aline. Ella hoy es gastroenteróloga y él ya está jubilado.
Tales trabajó por años como barrendero en Goiânia, Brasil para que su hija Aline Castro tuviese una buena vida y educación.
En 2015 Aline con 26 años se graduó como doctora gracias al esfuerzo de su padre.
La madre de Aline murió cuando ella era una niña debido a un cáncer estomacal, por eso ella quiso estudiar medicina para especializarse en gastroenterología.
Ella fue a una escuela privada durante la secundaria, la que pagó su padre. Fue así como llegó con aprobación en tres exámenes de ingreso: Facultad de Ciencias de la Salud, en el DF, Universidad Federal de Tocantins (UFT) y Universidad Federal de Goiás (UFG), donde tomó el curso.
En su graduación Aline quiso homenajear a su padre: “Para mi padre, estoy profundamente agradecida por haber vivido cada día conmigo, esforzándome por cumplir mis obligaciones y preocupándome por mi bienestar y apoyándome con las más diversas formas de amor. Eres mi mejor ejemplo de lucha y determinación para ganar en la vida” escribió la nueva profesional de la salud.
Sin duda que su hija haya logrado salir adelante y convertirse en médico enorgullece a Tales, así como también el reconocimiento que ella le hace. “Es muy emocionante. Todos estamos derribados. Hice mi parte y ayudé. Ahora ella cosechará las recompensas. Es una joya. Para llegar a donde llegó, es una guerrera” dijo a un sitio web brasileño.
“Me levanté a las 4:30 am todos los días durante 36 años, pero valió la pena. Quizás una forma de aprender más, poder ayudar a las personas que han tenido esto, hacer diagnósticos antes” dijo Tales.
Aline recuerda que su padre siempre estuvo a su lado y hoy ella se hace cargo de algunos gastos de la casa y le da lo mejor a su amado papá.
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