La primera vez que la vio, Natalie Olivieri -vicepresidenta del refugio de animales Furever Bully Love Rescue- supo inmediatamente que la perrita Harper había sufrido abuso.
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“Harper fue rescatada de una granja en Florida junto con otros cinco perros”, cuenta Natalie. “Tan pronto como Harper llegó al refugio, corrió a esconderse asustada”.
La experta notó también que la perrita tenía cicatrices en su cabeza y todo su cuerpo, por lo que el abuso físico era obvio. En el centro, fue trtada por anemia, gusanos y algunas infecciones. Y también sufría del algunas cicatrices emocionales, que serían más difíciles de curar.
Generalmente, Harper podía pasar hasta 3 días sin levantarse, y cada vez que alguien intentaba cargarla, la perrita se aferraba con fuerza y comenzaba a temblar, como si temiera caerse.
Con el tiempo, por suerte Harper ha podido ser adoptada y su mejoría desde entonces se ha vuelto evidente. Hoy es mucho más confiada y ha logrado entender que ahora todo es amor y cuidados para ella.
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