La historia de Hachiko dio la vuelta al mundo y se hizo tan conocida que cuentos, películas e estatuas recuerdan al tierno perro que esperaba todos los días a su dueño en una estación de trenes sin saber que ya había muerto y jamás regresaría a su lado.
Durante 9 años, Hachiko llegaba a la misma hora a la estación a buscar a su dueño y al no encontrarlo, regresaba para volver al día siguiente.
Recientemente historiadores japoneses revelaron nuevas imágenes del perro más fiel y famoso del mundo, el cual no se compara con el perro que lo interpretó en la recordad película “Siempre a tu lado”, con Richard Gere.
Hachiko, era perro de raza Akita, nació en 1923 y fue acogido por Hidesaburo Ueno, un profesor de agricultura de la Universidad de Tokio, en Shibuya Japón. Juntos formaban una pareja inseparable, según se retrata en ñas postales.
El maestro Ueno iba en tren a trabajar y Hachiko lo iba a buscar a la estación cuando regresaba, siempre a la misma hora. Esta fue su rutina durante un año, hasta que un día el profesor no volvió.
Había sufrido una hemorragia cerebral mientras daba una conferencia y jamás pudo volver a la estación en donde se encontraba con su fiel amigo.
Luego de ese día en que no encontró a su dueño, regresó a la estación durante los siguientes nueves años, nueve meses y quince días. Hachiko esperaba pacientemente el tren que debía traer de regreso al profesor, pero el reencuentro jamás sucedió.
Uno de los estudiantes del profesor, Hirokichi Saito, un gran conocedor de la raza Akira, supo de la historia de la mascota cuando el jardinero del fallecido maestro se la contó.
Entonces pasaron 7 años y el pupilo de Ueno, publicó varios artículos sobre la notable lealtad del perro de la estación de Shibuya. En 1932, uno de sus artículos de Asahi Shimbun colocó al canino en el centro de atención nacional.
Cuando su historia salió a la luz, todas los viajeros y trabajadores del lugar, quienes no habían sido muy amigables, comenzaron a alimentar a la mascota durante su eterna espera.
Hachiko se había convertido en un perro muy famoso. Su fidelidad impresionó al pueblo de Japón como espíritu de lealtad familiar que todos deberían esforzarse por lograr.
La fidelidad de Hachiko se convirtió en un símbolo nacional de lealtad para todas las personas y para la institución de los emperadores.
La historia de la larga espera llegó a su final en 1935, cuando Hachiko tenía 11 años pero falleció por una infección por filaria. Actualmente descansa en el cementerio de Aoyama, Minata, Tokio, junto a su dueño y mejor amigo, el profesor Ueno.
Su muerte tocó el corazón de toda la sociedad japonesa, por lo que cientos de personas se reunieron en su estatua para conmemorar el primer año de su partida.
Hachiko se ha convertido en un símbolo tan importante que su pelaje se encuentra en exhibición permanente en el Museo Nacional de Ciencia de Ueno, Tokio.
La historia y ejemplo de Hachiko seguirá traspasándose por muchos años más gracias a estas bellas fotos, estatuas y películas que recuerdan su lealtad.
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