Los animales saben distinguir cuando se topan con buenas personas, en donde no será un peligro acercarse junto a toda su familia y pedir ayuda.
Esto fue lo que ocurrió con una gatita callejera en Canadá que recibió ayuda de una pareja y ese mismo día, un poco más tarde, regresó con sus crías para que ellas también se pudieran alimentar.
Kurtis y Melanie viven en Montreal y frecuentemente alimentan y ayudan a gatitos que viven en su vecindario. Con el paso del tiempo crearon una especie de refugio en su patio, donde los animales llegan a comer y recibir cariño.
Un día alimentaron a una gatita callejera que comió y desapareció inmediatamente. Ella fue a buscar a sus 4 hambrientas crías que luego de un rato aparecieron también en la puerta de la casa.
Los pequeños gatitos estaban felices en el patio de la pareja saltando, comiendo y jugando. Su madre se mostraba muy relajada, ya que sabía que Kurtis y Melanie solo querían ayudarlos.
Pero no solo recibieron comida y cariño, sino que además la pareja tiene a disposición unas mini casitas para que los animales puedan vivir.
Pero no podían quedarse con todos ellos, así que la pareja decidió buscarle un hogar de adopción. Mientras los cuidaban, también trabajaron por encontrarle una familia humana que los quisiera.
Dos de ellos fueron adoptados por sus vecinos, pero los restantes eran inseparables.
Cuando Kurtis y Melanie abrían las puertas de su casa, los dos pequeños felinos entraban rápidamente para ser acariciados y la pareja se estaba acostumbrando.
Pero lamentablemente ya habían otros gatitos en casa, así que se contactaron con la organización
“Los dos gatitos son muy agradables y dulces. Son muy afortunados y han sido bien atendidos”
Comunicado de Chatons Orphellins
Los nombraron Kurt y Mel, en honor a sus rescatistas. Los han llevado al veterinario y son muy adorables e inseparables. Por el momento su madre sigue en la calle, aunque han intentado capturarla para esterilizarla, hasta el momento ha sido imposible.
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