No estamos en navidad, pero queremos contarles una bella historia que se construyó 15 años después del envío de un paquete.
La historia comienza con una caja de zapatos y una fotografía cuando un niño de una granja de Midvale, un pueblo de Idaho en Estados Unidos envió un paquete con buenos deseos para otro niño del planeta.
Tras asistir a Vacatión Bible School, programa educativo religioso de verano, Joana Marchan recibió un obsequio.
Joana hoy no recuerda el contenido del paquete, pero si que en esa caja de zapatos había una foto de un niño que conserva y en la que atrás se podía leer la firma de Tyrel Wolf.
Los años pasaron, pero la niña nunca olvidó el paquete que había recibido ni la firma de quién se lo envió, por eso quiso encontrar el remitente en Facebook.
Tyrel un día encontró una nueva solicitud de amistad en Facebook que había mandado una chica de Filipinas y él le envió un mensaje para saber como era que ella lo conocía, debido a la distancia de sus países. Joana en tanto le preguntó si él conocía el programa Samaritan’s Purse, proyecto cristiano en que los niños envían una caja de zapatos con regalos a otros niños del mundo en época navideña.
Facebook y el papel fundamental en este episodio
Tyrel le respondió a Joana que había participado del programa cuando él tenía sólo 7 años, pero que no recordaba lo que había puesto en la caja que envió. Joana le dijo que ella era quien había recibido esa caja y ahí fue cuando Tyrel quedó sorprendido, tanto como sus padres que le pidieron poner a prueba a Joana para estar seguros de que la chica no mentía.
Tras esto le pidieron a Joana que dijera que había en la caja que le llegó, pero ella no lo recordaba, sólo sabía que dentro de ella iba a una foto de Tyrel y comenzó a describir como era.
La relación entre ambos chicos se estrechó y comenzaron a hablar diariamente de sus vidas, hasta que Tyrel logró ahorrar lo suficiente para viajar a Manila, Filipinas.
“Mi corazón se iba acelerando cuanto más cerca estábamos del destino”
Joana fue a recibir a Tyrel al aeropuerto y él notó como su sonrisa destacaba en la multitud. Ambos estaban felices de conocerse, pero ese viaje desencadenó algo más.
Tras su visita Tyrel sintió que debía vovler a Filipinas y viajó dos veces ese mismo año. Tras esto le pidió matrimonio a Joana en su lengua natal y en octubre del 2014 ellos celebraron su matrimonio en el jardín de los padres de Tyrel. Joana para la ocasión llevó un vestido que costó sólo 5 dólares, pero estaba hermosa y él lució un traje tradicional filipino, el barong tagalog. Sus regalos fueron cajas de zapatos con detalles que demostraban cariño por parte de sus invitados y que donaron a Samaritan’s Purse, la organización que logró que ambos, ahora esposos, se conocieran.
Mucho éxito para los tres en esta hermosa historia de amor.
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