Las imágenes que verán a continuación pueden herir sensibilidades. Desafortunadamente, la historia que les contaremos ahora es probablemente una de las más crueles que existan en cuanto a maltrato animal.
Su nombre es Chunky y no tenía ni un año de vida cuando fue secuestrado por un grupo de adolescentes de entre 15 y 16 años, quienes lo golpearon de tal forma que rompieron su cuello y una de sus patas.
Como si esto fuera poco, el cruel maltrato no terminó ahí, ya que le prendieron fuego, lo drogaron y lo dejaron abandonado en la basura.
De forma inexplicable, como si se tratara de un milagro, Chunky sobrevivió a todo eso. Quienes lo trataron de sus heridas, expresaron que éste es uno de los casos más brutales que han visto en su historia trabajando con animales.
“Es el caso más perturbador que he visto. Me hace temblar. Los defensores aunque jóvenes y aunque hayan confesado haber estado drogados, son culpable. La crueldad con que se trató a este pobre perro es injustificable, bárbaro. Jamás olvidaré lo aterrado y deprimido que estaba cuando lo encontramos. Sus heridas eran tan graves que a pesar de todo el cuidado que le entregamos todavía sentía dolor, y sufrió por al menos seis días más según nuestros expertos”, dijo Caroline Doe, inspectora de la institución que da rescate a animales maltratados.
La justicia hizo lo suyo y los jóvenes recibieron la prohibición de tener animales durante cinco años, y deberán pagar por todos los gastos involucrados en la recuperación de Chunky, durante un año, que se encuentra sano y salvo con sus dueñas nuevamente.
El caso de este perrito es realmente un milagro, pues sobrevivió a las torturas más brutales, gracia a su fuerza de voluntad y ganas de regresar a su hogar, con las mujeres que le hicieron conocer el amor.
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