Una fotografía que ha dado la vuelta al mundo refleja el dolor y la inocencia de un niño. En ella aparece Khayne Kheian Naelgas Casto, un pequeño de cinco años que perdió a su madre mientas ella daba a luz a su hermanito bebé, y que no puede aceptar lo que había sucedido. La imagen ha conmovido a miles de internautas.
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Khayne estaba en el funeral de su madre junto a sus familiares, cuando de pronto vio el ataúd. “¿Por qué mamá no está durmiendo a mi lado?”, preguntó el pequeño, lo que destrozó el corazón de sus parientes.
De repente, el pequeño tomó una silla y como pudo se encaramó para estar cerca de su madre. Abrazó la urna y decidió no despegarse de ahí, lo que hizo que todos los asistentes sollozaran de pena.
Para su familia fue muy difícil explicarle que su madre no despertaría más y que nunca la abrazaría de nuevo. Muertes como la de la madre de Khayne es tristemente común en Filipinas, donde la tasa de mortalidad materna es bastante alta.
Uno de los miembros de la familia, llamado Marichu Gabriel, contó que el recién nacido -bautizado como Cyril Khayzer- debió ser trasladado de urgencia a un hospital con mayor capacidad luego del parto, pues su vida estaba en peligro.
Por suerte el bebé pudo sobrevivir. Han pasado dos años desde entonces, y hoy es un niño sano que alegra los días de su padre y de su hermano.
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