Con apenas un mes de vida, la pequeña Alba fue abandonada por sus padres biológicos en un hogar. A la espera de ser adoptada, fue rechazada por una veintena de familias. Todo apuntaba a que la vida de esta niña con síndrome de Down no sería nada fácil.
Mientras tanto, en Nápoles (Italia) un joven también pasaba por difíciles momentos. Aunque ambos vivían experiencias complejas, sus problemas eran completamente distintos. Pero un importante punto haría que sus vidas se unieran muy pronto.
Luca Trapanese tenía apenas 14 años cuando su mejor amigo, llamado Diego, falleció de cáncer terminal. Lo acompañó durante toda su enfermedad, lo que generó un gran cambio en su forma de ver la vida.
“Su muerte me dejó una conciencia profunda de lo que es vivir con una enfermedad, por eso comencé a ser voluntario de la Iglesia en Nápoles, ayudando a las personas con discapacidad”, cuenta en “Nacida para ti”, su libro.
Luego de hacerse grandes amigos y vivir grandes experiencias, Luca pensó que debería volverse cura para poder continuar ese camino de ayudar al resto. Pero cuando se enamoró, desistió de la idea.
Fue con su pareja con quien fundó una organización para entregar ayuda a personas con discapacidad. Según cuenta en su libro, con su compañero siempre hablaron de la idea de adoptar, y de que pretendían acoger a un niño con algún tipo de discapacidad. Luca, que seguía soltero, quiso seguir adelante con la idea si bien no podía adoptar en Italia, quiso seguir adelante con la idea.
Por suerte, las cosas cambiaron y Luca no lo dudó un segundo para postularse para el proceso. Al comienzo del proceso le dijeron que la única posibilidad de recibir un niño era adoptar uno que nadie más quisiera. Él aceptó gustoso, pues “tenía las herramientas necesarias para hacer frente a cualquier problema que un niño pudiera tener”, cuenta en su libro.
Fue en julio de 2017 cuando Luca pudo conocer a su hija y, por fin, tenerla en sus brazos. Aquel bebé era Alba, una pequeña niña de 18 meses, de pelo rubio y ojos azules. Luego de 20 intentos fallidos de adopción, por fin había sido elegida para llenar de amor una familia.
Y desde entonces, el par ha desafiado todos los estereotipos sobre la paternidad y el concepto de familia en Italia.
Luca es un hombre soltero y gay, quien hoy es totalmente feliz junto a su hija con síndrome de Down, que ya había sufrido el rechazo de 20 familias.
En su cuenta de Instagram postean muchas fotos juntos, de su vida diaria.
¡Son muy tiernos!
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