Muchos animales son privados de libertad desde que nacen, deben aprender a vivir alejados de su hábitat natural y eso hace que dejen de comportarse como parte de su especie. Por ejemplo, los osos pueden dejar de hibernar al no encontrarse en su entorno natural.
Eso le ocurrió a Napa, un oso de unos 20 años de edad, que no ha tenido una vida fácil. Cuando era cachorro fue reclutado para trabajar en un circo y pasó así sus primeros años de vida.
En 2009, cuando Serbia prohibió el uso de animales salvajes en los circos, Napa fue rescatado de su cautiverio. Pero entonces fue llevado a un zoológico para seguir viviendo enjaulado y básicamente actuando para un público.
Pero por suerte los miembros de Four Paws International, una organización de rescate de animales, hizo todo lo posible para entregarle un entorno mucho más natural a Napa. Y por suerte, lograron hacerlo.
Pese a que el viaje fue largo, todo salió bastante mejor de lo que creían.
El equipo de rescatistas llevó el oso hasta un valle frondoso en los alpes suizos, que es un nuevo santuario creado especialmente para osos como Napa, donde se rehabilitan rápidamente para ser capaces de volver a vivir en su hábitat.
Apenas despertó en el lugar, Napa se convirtió en un oso realmente feliz y, lo mejor de todo, libre.
Pero las sorpresas para este oso no acababan allí, pues el bello santuario estaba cubierto de nieve. Napa no podía estar más contenta por ello, especialmente cuando comenzó a nevar. De hecho el oso fue captado mientras jugaba con un gran tronco y luego intentando dar una voltereta en la nieve, como si fuera un cachorrito juguetón.
“¡Napa lo pasó genial!”, escribió Four Paws en su página de Facebook, al mostrar el primer día del oso en el santuario. Los rescatistas contaron también que no estaban seguros si podría hibernar o le tomaría más tiempo acostumbrarse a su nuevo entorno.
Así fue el rescate de Napa:
Y hoy está muy feliz:
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