Los temas migratorios son pan de cada día en un mundo globalizado que atraviesa por crisis de todo tipo. Por eso no es novedad que en la frontera sur de Estados Unidos, el problema sea particularmente fuerte y día tras día, hayan situaciones que muestran ambas caras del ser humano, la buena y solidaria y la que no nos gustaría mencionar. Por fortuna, este día mencionaremos la historia de un residente de Texas de ascendencia mexicana, llamado Armando Colunga, que demostró que aún en medio de las más difíciles crisis, hay siempre mucho sentido de amor al prójimo y la empatía.
Este hombre miraba las noticias desde su casa por la noche y vio que la guardia fronteriza descubrió un tráiler con 54 inmigrantes sin documentos.
Estos habían sido detenidos y esperaban a ser procesados, por eso Colunga que sabía lo difícil que era esta espera, decidió subirse en su automóvil para hacer algo. En cuanto llegó al sitio de los hechos, compró siete pizzas grandes y las repartió entre los 54 inmigrantes, de los cuales 30 eran mexicanos.
“Me sentí un poco mal pues no sabía si serían suficientes, pero al menos todos tendrían algo para comer”
A pesar de sus dudas, este buen hombre dejó claro que no ayudó a estos inmigrantes por ser mexicanos o latinos como él. Los ayudó porque son seres humanos en dificultades y dice que lo hubiese hecho sin importar la procedencia de estos viajeros.
Este es un video (en inglés) que muestra algunas impactantes imágenes de tan noble gesto:
No podemos dejar de mencionar que dentro del hermoso momento es que Colunga contó con la participación, casi anónima, de tres detectives americanos que les hicieron llegar las pizzas a los inmigrantes. Cuando la complicidad entre seres humanos se junta para hacer el bien, es impresionante lo que podemos lograr.
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