El brócoli es una de las mejores verduras crucíferas, rico en vitaminas A, C y E, además de ser reconocido por sus capacidades para combatir algunas dolencias. Pero para poder beneficiarse totalmente de esta vegetal, no solo se deben comer los floretes, sino que además el tallo y las hojas.
Aprende a prepararlo y comerlo de la mejor manera para obtener el máximo provecho de este super vegetal.
No deseches el tallo
El tallo tiene mucha más fibra que los floretes y su sabor es muy dulce. Debes retirarle la capa exterior y cortarlo en cubos pequeños, además cocinarlo unos minutos antes que el resto, ya que es un poco más duro.
Come las hojas también
Las hojas del brócoli contienen más betacaroteno que toda la planta. Esta sustancia ha sido reconocida como posible reductora del riesgo de enfermedades crónicas en mujeres pre-menopáusicas, además disminuye las posibilidades de desarrollar degeneración macular relacionada con la edad y es uno de los 9 mejores antioxidantes para la salud.
Las hojas también contienen vitamina A, una vitamina soluble en grasa, que es muy importante en la función del sistema inmunológico y protege la visión. Por otro lado 30 gr. de hojas entregan el 43% de la ingesta diaria de vitamina C recomendada.
Las hojas se pueden hervir, saltear o asar, pero siempre será la mejor opción cocinarlas al vapor.
Cocinar el brócoli al vapor
Al cocinar adecuadamente los alimentos podemos beneficiarnos de todas sus propiedades y según un estudio publicado el 2008 en el Diario de Agricultura y Química, se reveló que cocer al vapor el brócoli es el mejor método de preparación, ya que conserva todos sus beneficios y aumenta su potencial para combatir algunas enfermedades.
Sin embargo un estudio del 2010 reveló que la adición de un poco de sabor al brócoli mejora sus propiedades contra algunas enfermedades, por lo que podrías agregarle mostaza, rábano picante, wasabi o chiles.
Saber escoger un buen brócoli
Al comprar un brócoli debes escoger siempre el que esté más verde oscuro y las florecillas verdes azuladas o violáceas, ya que este color indica que contiene más betacaroteno en comparación con las que tienen un tono verde amarillo o verde pálido.
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