Durante el año 2005 se levó a cabo el mayor estudio global sobre las personas sin hogar y se estimó que alrededor de 100 millones de personas estaban en esta situación, mientras que 1.600 millones de personas más no tenían una vivienda digna. Lamentablemente este número ha crecido a lo largo de los años y desde que empezó el período de crisis económica, las personas sin hogar han aumentado, según Médicos del Mundo.
La esperanza de vida de las personas sin hogar se reduce a una media de 20 años y además aumentan los problemas de salud físicos, psicológicos y sociales, por lo que no solo implica no tener un techo bajo el cual refugiarse.
Organizaciones como Cruz Roja o Solidarios para el Desarrollo son organismos que ofrecen programas de voluntariado para entregar alimentos o compañía a las personas sin hogar. Hay algunas que tiene unidades móviles en la calle o dispositivos fijos de atención social entregando una ayuda médica, psicológica y laboral.
Pero no es necesario ser profesional o ser parte de algunas de estas organizaciones para poder ayudar a las personas sin hogar, solo hace falta motivación y solidaridad. Austin Perine es un gran ejemplo de ello.
Todo empezó cuando veía junto a su padre un documental sobre pandas, y el pequeño le preguntó a su padre qué era “no tener un lugar donde vivir”. El hombre le explicó la situación que vivían muchas personas en su propio barrio tratando de que entendiera detalladamente. Entonces Austin decidió gastarse sus ahorros para comprar sándwiches de pollo y dárselos a estas personas, pero se dio cuenta de que en realidad no era suficiente.
Ambos pensaron más allá y crearon un proyecto llamado “Share Love”, que ayuda a los sin techo de su cominudad en Birminghan, Alabama. A la fecha ya a logrado recaudar 70.000 dólares y eso que apenas llevan menos de un mes en la página de crowdfunding Show Love Fight Hunger, en donde ya 1.700 personas han donado.
Pero el proyecto no se trata solo de alimentar a las personas sin hogar, sino que además “establecer un sistema de ayuda con artículos de higiene, rehabilitación e integración en refugios”. Austin anunció a través de las redes sociales que el próximo mes planean abrir un centro social.
Austin es el cabecilla de esta iniciativa y solo le basta su sonrisa, buena voluntad y su capa de superhéroe. Con esto ha sido capaz de motivar y conquistar a miles de personas, incluso grandes empresas como Burger King o Fight Hunger.
Austin tiene su propia cuenta de Twitter (@PresidentPerine) en donde su padre comparte sus vivencias. Pero esto no se trata solo de un pequeño entregando alimentos o productos de higiene a las personas sin hogar, sino que tiene que ver con la visibilización de la exclusión, la normalización de las solidaridad hacia las personas sin hogar y darle felicidad a diario.
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